Con los votos favorables de UPN y la oposición de PSN, NaBai y el edil no adscrito Mariano Cerezo, se aprobaron en pleno los presupuestos para 2010. Unas cuentas que ascienden a 63 millones de euros, de los que 56’7 son para el Ayuntamiento (17,8 millones serán destinados a inversiones), 5’6 para la Junta de Aguas y 2’3 para Castel-Ruiz, que comenzará a funcionar como una Entidad Pública Empresarial.
Unas cuentas “muy ajustadas” para UPN, “igual que el año pasado y poco creíbles en su ejecución” para Cerezo; realizadas “sin participación ciudadana y ”nada ambicioso en política social” para NaBai; y, “tradicionales y expansivas”, para los socialistas.
En el pleno también se hizo referencia al informe de intervención que alerta de que si se ejecuta todo el presupuesto, el endeudamiento del Ayuntamiento podría llevar a un plan de viabilidad. En este aspecto insistió la oposición, que pidió “hablar en serio” de la situación del Consistorio. A este respecto, Luis Casado, alcalde de Tudela, contestó que “UPN ya los ha tenido que acometer en situaciones anteriores y peores”, al mismo tiempo que apuntó que ”para eso está el remante de tesorería”. Por contra, los grupos se mostraron confiados en que esto no va a suceder porque “UPN ejecuta muy poco de su programa” según NaBai, y porque “ya sabemos que un 30% no lo van a ejecutar, ya que han afirmado que es muy difícil llegar al 70%, tal y como le proponíamos para llegar al pacto presupuestario”, comentó Campillo, del PSN.
Y es que en la sesión plenaria no faltaron las alusiones al ofrecimiento de pacto presupuestario por parte de los regionalistas a los grupos de la oposición. Mientras, NaBai afirmó que ellos se prestaban a hacer propuestas en mejoras sociales pero que desde UPN se pedía “apoyarlo todo o nada”; desde el PSN afirmaron que “desde el equipo de gobierno se debía dejar margen a la negociación”. Por su parte, Casado afirmó que la voluntad de pacto “ha sido inmensa”, pero “ustedes (al PSN) han tensado la cuerda y la han roto”. Al mismo tiempo que recordó que, desde el primer momento, no respetaron las dos condiciones del pacto: no aumentar el gasto corriente (lo hicieron en un millón de euros) y tener intención de aprobar los presupuestos.
