La empresa adjudicataria de las piscinas cubiertas de Tudela está recibiendo estos días las primeras quejas y demandas de los usuarios. Con amabilidad, sus trabajadores recogen estas peticiones para intentar -suponemos- satisfacerlas en la medida de lo posible.
Estas son algunas de las quejas: El horario del fin de semana acaba a las siete de la tarde, cuando entre semana finaliza a las diez. Sobre todo protestan las familias. Piden que se amplíe. No hay suficientes enchufes en los vestuarios y los familiares carecen de secadores. En el suelo del femenino se forma un “chipichapa” desagradable y antihigiénico. Sólo se abren dos vestuarios, cuando hay cuatro. Y en algunos momentos hay saturación. En uno de los asientos del baño de vapor femenino se estanca el agua porque el tubo de drenaje está mal colocado. El tobogán no está abierto entre semana. Y a las 9 de la mañana, cuando se abre la instalación, algunos días los jacuzzi están todavía fríos y no pueden utilizar.
