Cabanillas esperó a la festividad de la Asunción para reunir a sus vecinos en la plaza y prender la mecha del cohete anunciador. Fue Iñaki Vallejo, edil de Festejos, quien tuvo el honor de hacerlo. En los pasacalles posteriores reinó el buen ambiente y los cabanilleros, jóvenes y no tan jóvenes, no cesaron de bailar.
En Monteagudo, un día antes, el calor también reinó, pero ello no fue óbice para que los vecinos respondieran en el inicio de las fiestas. El ambiente en la plaza y en las calles se mantuvo durante toda la jornada. Ayer se entonó el Pobre de Mí.
