La confusión vuelve a imperar estos días en la villa de Cortes en torno al agua de boca y después de que un informe del Instituto de Salud Pública vuelva a cuestionar la calidad de la misma. En concreto, el documento pide al Ayuntamiento que justifique el uso y la cantidad de acrilamidas en el proceso de tratamiento del agua en la nueva planta potabilizadora, en funcionamiento desde hace un mes, y que gestiona la empresa Hidroambiente. Tras una muestra en origen realizada por técnicos de Salud en la planta cortesina, el informe advierte de que tales sustancias son consideradas cancerígenas por lo que la no justificación por el Consistorio de su nula presencia en el agua de Cortes o en una cantidad mínima supondría la paralización de la estación depuradora.
El primer edil de la localidad, el socialista Javier Blasco, ha sorprendido a la población con un nuevo bando en el que reconoce que han surgido problemas en la potabilizadora, si bien no aclara nada sobre los supuestos elementos cancerígenos detectados por Salud y sobre los que los grupos de la oposición son partidarios de pedir responsabilidad a la empresa gestora. Así, Blasco ha pedido disculpas públicamente y aclara que este problema puntual se ha debido a que “la captación de la nueva planta es por bombas que estaban arrastrando el agua pero también los lodos del fondo”. Asegura Blasco que se ha solventado “lo más rápido” posible.
