Varios representantes del municipio zaragozano de Sádaba, incluidos el alcalde del municipio, Cecilio Cavero, tienen pensado reunirse la próxima semana con los responsables de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra para que solucione los olores de la empresa Abonlir situada en al localidad de Figarol (Navarra).
Se trata de una planta que produce pienso para ganado y abonos que desde hace dos años, cuando llegan las tardes de verano, produce un hedor que alcanza a las poblaciones cercanas de Sádaba y Alera. Según los vecinos afectados “el olor es tan insoportable que apenas podemos dormir”.
Hace un año, el ejecutivo foral se comprometió con el alcalde de Sádaba, Cecilio Cavero, a mediar en el conflicto para que así la fábrica redujera la intensidad de los olores, y así ha sido hasta ahora. Según Cavero, “parecía que por fin se habían reducido los olores pero hace una semana han comenzado de nuevo incluso con mayor intensidad que hace un año”. El problema es que el viento empuja las emanaciones hacia la localidad aragonesa hasta el punto de que los vecinos manifiestan no poder estar en sus casas, a partir de las 20.00 horas, con las ventanas abiertas “porque el olor es tan fuerte que ha llegado a producir, en algunos casos, naúseas y vómitos”, ha añadido.
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Se trata de una firma catalana en cuyas instalaciones mezclan varios materiales de desecho, ente ellos harinas cárnicas, para crear compost. Según ha manifestado la empresa “se utiliza una sustancia que reduce considerablemente los olores y para cerciorarnos de ello utilizamos un sistema de odometría”. A pesar de ello, Cavero asegura que “esta empresa no ha pasado el estudio de impacto ambiental, y que debería hacerlos, ya que en ella se recogen todo tipo de materiales incinerados procedentes de animales muertos”.
