Cespa, la empresa encargada de la limpieza en la capital ribera, ha llevado a cabo una reestructuración de este servicio, debido a la reducción del gasto del consistorio en esta área -entre 70.000 y 80.000 euros- “intentando no perder calidad en el mismo, aunque es difícil porque implica menos recursos”, indicaba su gerente, Alfredo Jaime.
Atendiendo al pliego de condiciones del contrato, la ciudad estaba dividida en 15 sectores, con 15 peones de barrido manual que “en zonas de extrarradios, donde los residuos son menores, no son necesarios a diario. Además no se aprovechaban los recursos porque los operarios perdían mucho tiempo en los desplazamientos”, apuntaba Jaime. Este servicio se mantendrá en el centro de la ciudad y, para el resto, se han creado ocho brigadas nuevas que han supuesto un aumento en maquinaria. Se han incorporado tres vehículos, una cúpula de fregado y nuevas sopladoras de mochila. A raíz de las quejas de los vecinos se determinó la necesidad de que una de las citadas brigadas fuera de hidrolimpieza, cuyo fin es “la limpieza de manchas en los pavimentos con el fregado de suelos, un servicio que antes no se hacía”, recalcaba Jaime.
Además, ahora una persona se encargará de la limpieza y mantenimiento de la maquinaria. Una labor que requería una hora de trabajo “con lo que conseguimos que toda la maquinaria esté una hora más trabajando en la calle”, observaba el gerente de Cespa.
Negociaciones
La contratación eventual también variará, evitando así los excesivos contratos de poca duración. De esta forma, de junio a noviembre, está previsto que se creen seis puestos de trabajo de seis meses continuos “que mejorará la formación de los contratados, la forma de hacer los servicios y podrá servir para una posible promoción interna”, afirmaba Jaime.
