Marcilla

¡Que esto no son unas Presidenciales de EE.UU.!

Esto de la Campaña electoral muchas veces es un despropósito y un despilfarro. Una de esas situaciones en las que te ves enfrascado y a mitad de camino te preguntas: “…y esta historia, ¿qué sentido tiene?”



Una verdadera campaña electoral debería consistir en mucha más información y menos propaganda (en esto de la propaganda he de reconocer que pecamos todos, aunque unos más que otros). Es realmente sorprendente cómo ya durante la propia campaña hay partidos políticos que demuestran con sus actitudes alejarse de sus propios programas y eslóganes en favor de la participación ciudadana, el pluralismo y el debate democrático. ¿Qué no va a suceder durante los 4 largos años de legislatura?

Si ya estamos bastante hartos del bipartidismo imperante en la política española, resulta que ahora llegamos a Tudela y nos encontramos en una situación similar. Hay dos hechos que a mí, que acabo de llegar a esto de la política municipal, me han dejado perplejo.



El primer asunto al que me refiero tiene que ver con el reparto de los espacios electorales en las calles de Tudela (paneles, farolas, etc.). El proceso es el siguiente: Los representantes de los partidos nos personamos en la Junta Electoral y somos recibidos por una persona estupenda que nos atiende con muchísima profesionalidad y paciencia. Los espacios se asignan entre quienes los hemos solicitado y estamos presentes, de manera proporcional al número de votos obtenidos en los anteriores comicios. Finalmente, se firma un acta con dicha asignación. Un proceso un tanto engorroso pero con un resultado muy claro.



Hasta aquí todo parece funcionar correctamente, sin embargo, no es así. Uno se levanta el sábado, sale a dar un paseo, y se encuentra con que prácticamente todas las farolas que le tocan han sido invadidas por PSN y UPN, con el consiguiente cabreo que esto provoca. No sin agradecer las disculpas presentadas por personas de ambos grupos ante nuestra queja, el cabreo continúa al saber que en Pamplona ha sucedido algo similar.



Y es que, lo que pudiera llegar a considerarse un error (en tres calles distintas de Tudela y en más de veinte farolas…), se suma a la indignación sentida por el ninguneo y falta de respeto que ya sufrimos la semana pasada. Y éste es el segundo hecho al que me refería anteriormente:



Parece evidente que tanto el candidato de UPN como el de PSN han decidido plantear la campaña electoral al puro estilo americano, como si de unas presidenciales se tratara, incumpliendo los compromisos adquiridos con el resto de candidatos y candidatas, permitiéndose ignorarnos, ignorando así a buena parte de la ciudadanía de Tudela. Esto fue lo que sucedió el pasado viernes día 6 cuando no acudieron a la mesa redonda convocada por una emisora de radio de Tudela, acto en el que ambos se habían comprometido a participar, pero en el que no estuvieron (de nuevo por otra supuesta confusión o error). Creo que el respeto y la pluralidad (y el respeto por la pluralidad) están por encima de la lucha por la presencia continua en los medios o la disputa particular, en ocasiones rozando lo personal, que ambos candidatos mantienen.



Hoy más que nunca se necesita una regeneración de la política, y actitudes como éstas no ayudan mucho a conseguir este objetivo. Quienes participamos en política debemos fomentar el pluralismo y la participación ciudadana, necesitamos demostrar que la política es necesaria, que es una de las mejores herramientas para profundizar en el sistema democrático. Abandonando el debate plural, flaco favor le hacemos a la ciudadanía y a nosotros mismos.



De haber tenido ocasión, a izquierda-ezkerra nos hubiera gustado debatir con los señores Casado y Campillo alguna propuesta, y plantear varias críticas constructivas sobre la gestión realizada durante los últimos 4 años (al fin y al cabo, ellos unas veces han ido por separado y otras han pactado los presupuestos), pero como ven, no pudo ser.



Solo una cosa más: Sras. y Sres. de PSN y UPN, tengan claro que es mejor que se acostumbren al debate plural. Ningunear al resto no es muy recomendable, porque salvo que estén pensando en dar un paso más a esos presupuestos que a veces han pactado y se les ocurriera gobernar “juntitos” en Tudela, ninguno de los dos va a contar con la mayoría suficiente como para liderar el rumbo de Tudela sin contar con los demás, y ahí sí que no les quedará otra que escucharnos y debatir.