Tudela

Prohibido bailar en fiestas

1184258377.jpg

El año 1907 dio mucho de sí en Tudela. Coincidiendo con el reinado de Alfonso XIII en España, fue en esa fecha cuando la luz eléctrica llegó a la Catedral de Tudela y cuando se pone en marcha la primera colecta popular que dotaría de manto nuevo a Santa Ana. En ese mismo contexto, el médico tudelano Ángel Frauca Ibarra era nombrado alcalde de la ciudad, por tercer vez consecutiva. Perteneciente a una corriente política muy conservadora, el primer edil emitió un bando municipal, muy en la línea de su ideología, del que se hizo eco el periódico tudelano “El Anunciador Ibérico”. Entre otras disposiciones prohibía el paso de los entonces carros y carruajes por todas las calles del casco urbano donde se hallara la feria, entre los días 25 y 31 de julio, a excepción de Herrerías; obligaba a los vecinos, incluidos los dueños de edificios no habitados, a barrer la calle diariamente y antes de las 9 de la mañana, rociándola previamente y recogiendo la basura después.

Igualmente, las prohibiciones afectaban a los actos públicos y verbenas nocturnas, en que “se guardará por todos la conveniente compostura, sin impedir el libre tránsito con bailes u otros actos contrarios a las buenas costumbres”. Por último, los avisos iban también para la afición taurina que no podía entrar a la plaza con palos, bastones u otros instrumentos, ni dar golpes en el tendido o arrojar objetos al mismo. Incumplir todo costaba 25 pesetas