Las costas españolas van a convertirse un año más en el destino estival de millones de turistas nacionales y extranjeros. Sus magníficas playas, gran parte de ellas con bandera azul, son un reclamo perfecto para descansar y tomar el sol.
España nos ofrece 7.880 kilómetros de costas, incluidas las islas, y de ellos, 2.200 corresponden a cerca de 3.000 playas (un tercio del litoral), que reciben más de 30.000 visitantes diarios.
Familiares y para amantes del riesgo, las playas españolas se eligen además de por estas características, por su calidad, acreditada por la Bandera Azul. Se trata de un mecanismo con el que cuentan las autoridades públicas para comprobar y gestionar la calidad y el buen estado de las playas, y ofrecer a sus visitantes unos parámetros en mejora constante, año tras año.
Para conseguir la Bandera Azul, las playas deben acreditar unos mínimos en aspectos relacionados con la sanidad, legalidad, información, gestión medioambiental y limpieza. Los ayuntamientos pasan el examen a principios de verano, y la concesión de la Bandera Azul la realiza un jurado internacional, siempre que la playa cumpla con 27 criterios relacionados con los citados aspectos.
No obstante, a pesar de que el tipo de playa es uno de los parámetros que se tienen en cuenta a la hora de elegir el destino vacacional de verano, la oferta hotelera en torno a esa ribera es igual de importante. Así lo corrobora Abel Sainz, de Viajes Sanda: “se mira mucho la calidad del hotel, y sus comodidades. Cada vez se ofrecen más servicios relacionados con los niños, como zonas de juego y actividades, guarderías, etc., y eso lo valoran mucho las familias. No importa pagar un poco más y disfrutar de unas buenas instalaciones, aunque no estén en primera línea”, señala el gerente de Viajes Sanda.
En lo que concierne a los lugares más demandados, desde Sanda apuntan a las costas Dorada, del Sol, de la Luz, y del Azahar. “Las del norte se eligen menos, pero Asturias tiene mucho tirón”, señala Abel Sainz.
