Curiosidad
El paloteado de san juan Bautista, que este año alcanza su trigésimo primera edición, tendrá un carácter muy especial ya que será la despedida de José Javier Montañés, Yoana Antón y José Antonio León, quienes han encarnado, respectivamente, al Rabadán, el Ángel y el Diablo desde hace muchos años, sobre todo éste último con 27 representaciones a sus espaldas.
Los nuevos actores serán Alberto Ramírez (20 años), Sandra Hernández (14 años) y Carlos Martínez (17 años). Los tres están ya preparándose su papel trabajando mano a mano con los actuales actores, aunque algunos ya lo llevan grabado en la mente desde que eran pequeños. Es el caso de Sandra a quien su padre Gerardo, que fue Rabadán durante mucho tiempo, llevaba a los ensayos. “Se sabe la parte fija de todos los personajes porque venía con mucha ilusión, se los aprendía y luego los recitaba. Para nosotros es una gran alegría porque denota que aquí hay un entorno familiar que está muy vinculado al paloteado, que lo lleva, lo vive y garantiza una continuidad”.
Estreno
Cabe destacar que el año que viene tendrá lugar una coincidencia histórica en la ciudad ya que los dos “ángeles”, el de la Bajada y el del Paloteado serán encarnados por dos hermanos, Sandra y Diego. “Creo que será casi imposible que esto pueda repetirse”, indicaba Sánchez.
Tiempo
La idea era realizar el cambio generacional en bloque, pero las ganas y la insistencia del joven de 17 años Adrián García ha llevado a la organización a permitir su debut como nuevo Tarambana. “Le hace muchísima ilusión -explicaba Sánchez-. Y ya será el año que viene cuando todos los personajes del Dance sean una generación totalmente nueva que ha nacido conociendo lo que es esto y que tendrán una media de edad de unos 20 años”. “Nos van a soprender, qué gracia, qué capacidad y qué actorazos nos vamos a encontrar. Para que luego digan que la gente joven no se preocupa por nada. Yo la gozo cuando los veo ensayar porque veo la ilusión que tienen. Esto es una maravilla”, añadía.
Resto de actos
Con la primavera que llevamos, la organizción tiene un ojo puesto en el cielo y el otro en Internet para ir comprobando la previsión metereológica: “parece ser que para la mitad de la semana el tiempo va a ser estable, pero hoy día puede pasar cualquier cosa. Hace dos años, que lo trasladamos al mes de septiembre por la lluvia, ya se determinó que si el sábado no se puede hacer se aplazaría al domingo a la misma hora y, si tampoco se pudiera, ya se suspendería definitivamente hasta el año siguiente”.
