Reivindicar el olfato como sentido es una de los principales objetivos de la exposición Por narices. Esencias y fragancias naturales que se puede visitar en la Sala de Exposiciones de la Parroquia de Ejea hasta el 19 de junio. En ella se puede oler sesenta tipos diferentes de fragancias de la fauna y la flora de todo el mundo. Olores como el de la escuela, la iglesia, el chicle y los de las plantas aromáticas más comunes son los que se pueden disfrutar en esta muestra organizada por la Obra Social "la Caixa" en colaboración con el Ayuntamiento y que fue inaugurada el pasado 24 de mayo.
Muchos de estos olores son conocidos. No obstante la mitad de ellos son totalmente nuevos. En la exposición el visitante puede cerrar los ojos, dejar correr la imaginación y oler fragancias como la canela, la violeta, la mirra, el limón o el espliego; en total son 60 tipos de olores seleccionados de 300 posibles. Pero los olores no tienen por qué ser agradables. Prueba de ello es la nauseabunda secreción líquida de la civeta (un pequeño animal africano) con la que, según la leyenda, se perfumaba el rey Salomón. Sólo cuatro de las sesenta fragancias son artificiales. Encontramos el aroma a escuela (una mezcla de mandarina, viruta de lápiz, urea, polvo y humedad), a iglesia (una combinación de polvo, incienso, cera y humedad), a chicle y a bosque quemado. Por narices es una aproximación al mundo de los olores desde la perspectiva de biología, de la cultura y de la experiencia directa del oler.
Para apreciar esta muestra no es necesario saber oler. Es la opinión de Guillermo Fernández, Comisario de la Exposición. Según él "oler es una actividad puramente emocional". De hecho el objetivo de esta muestra es "ofrecer una experiencia enormemente emocional como la del olfato. Es un producto museístico y del máximo nivel. Es la exposición itinerante más exitosa de Fundación La Caixa. De hecho no ha dejado de viajar desde el año 1994.
