Se dice que esta gran ave, voraz, de cuello reptiliano, puede engullir su propio peso en peces cada día. Aparece principalmente en invierno. En los lagos, ríos y embalses se posa en postes que emergen de la superficie o en árboles que flotan en el agua. Es de color negro con verde lustroso y mancha facial blanca.
Manolo Martínez