Nació en Villafranca hace 75 años, pero desde 1955 reside en Corella, una ciudad en la que ha desarrollado la mayor parte de su actividad profesional, primero como mecánico tornero, y después como músico. Viudo desde hace 18 años de Adela Gastón, Ricardo Marcilla tiene 2 hijas y 4 nietos. El próximo día 25, a la una de la tarde, seguro que todos ellos estarán a su lado cuando reciba de la Orden de Argenzón un título de gran honor, el de Corellano del Año 2006.
Pese a que ha manifestado no saber las razones que han llevado a la agrupación corellana a nombrarle Corellano del Año 2006, Ricardo Marcilla no esconde, no obstante, su enorme ilusión. “Me hace ilusión porque se suele nombrar a alguien que ha hecho algo. Aunque en mi caso no sé las razones y me pilló totalmente por sorpresa”, dice.
Quizá entre las razones que dice desconocer Marcilla se encuentren el hecho de llevar casi 50 años dirigiendo la Banda de Música de Corella, con todo lo que ello supone.
En 49 años, Ricardo Marcilla ha formado musicalmente a muchas generaciones de corellanos y fue socio fundador, en 1977, de otra formación muy vinculada a la Banda, “Aires de Corella”. “Es más una charanga, aunque a mí no me gusta llamarla así, y la formamos miembros de la propia Banda de Música, que ahora mismo cuenta con unos 50 músicos”, explica Ricardo Marcilla. En su caso, de dirigir la Banda pasa a ser un trompetista más en la agrupación charanguera. Y es que, pese a conocer el manejo de casi todos los instrumentos, el que domina con destreza Ricardo Marcilla es la trompeta. “Mi padre también era un buen trompeta, por eso crecí muy unido a la música. A los 8 años, mis padres me enviaron a estudiar a San Sebastián donde mis profesores comenzaron a ver en mí cierto talento para la música. Esto hizo que toda mi familia se trasladara a vivir allí, donde realicé mis estudios al tiempo que pase a formar parte de la Banda de Pasajes, donde mi padre también tocaba el friscorno”, recuerda Marcilla.
Desde entonces, son innumerables las horas que este corellano ha dedicado a lo que más le apasiona, la música en todos sus ámbitos. Como estos días, previos a las fiestas de Corella, en que el director de la Banda se afana en preparar las piezas que sonarán en las muchas actuaciones que lleva a cabo la formación durante los festejos patronales. “Lo que más trabajo da es recopilar las piezas, que no siempre es fácil porque tratas de que no se repitan de año a año y ahora se edita mucha menos música que antes”.
