Tudela

Mario Gaviria presenta su nuevo libro en Tudela

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Datos relevantes

En líneas generales, ¿qué podemos encontrar en esta nueva publicación?


Es un libro tres en uno. Son tres temas que a mí me parecen claves en el futuro del 2030: cómo serán las cosas, qué me preocupa y qué tendríamos que tener en cuenta. Hay una primera parte que se refiere a lo que yo llamo "buena vida". Navarra es uno de los sitios donde mejor se vive en el mundo. Es un sitio que ha cometido menos errores que otros países, como por ejemplo, Japón. En segundo lugar, la respuesta a esos problemas energéticos la hemos tenido en Navarra con las energías renovables, y, por tanto, España es el segundo país del mundo en este tipo de energía y Navarra está entre las primeras Comunidades Autónomas del mundo en este aspecto.



En tercer lugar, como hecho importante de cara al futuro, el libro se preocupa de la creciente presencia de musulmanes y de su integración. Es un tema difícil, el cual yo he estudiado en otros países de Europa, como Francia. Ahora no tenemos ningún problema importante, pero hemos tomado la Ribera como un laboratorio de análisis para averiguar cómo está la convivencia con los musulmanes y cómo tendríamos que evolucionar para que ésta fuera buena.



Comentemos en primer lugar el asunto de la buena vida. ¿En qué consiste?


No se vive para trabajar, sino que se trabaja para ser feliz. Por tanto, uno de los elementos clave para los próximos 20 años es esa buena vida, que consiste en buenas fiestas, buena comida, humanidad y paz.



Cada vez se va a ir trabajando menos, pero surge un drama importante en los países capitalistas y es que no se ha sabido repartir el trabajo; unos trabajan mucho y otros muy poco. La buena vida comienza con la seguridad de que uno va a tener alimentos y trabajo suficiente para disfrutar luego de las buenas relaciones humanas. En Tudela hay una buena tradición de ello y un buen tejido social. Cada pueblo de la Ribera tiene unas 40 ó 50 asociaciones, buenas fiestas, buena música y gente pacífica, en general. Esas virtudes hay que conservarlas y valorarlas.



En portada aparece una imagen del cohete de Tudela. ¿Tiene que ver con la buena vida?


Por supuesto. He puesto en portada el cohete porque es un símbolo de la felicidad. Son 5.000 jóvenes, chicos y chicas, mezclados, dispuestos a celebrar unos días de armonía y juerga. Eso es maravilloso y forma parte de esas virtudes de la buena vida.



Por otro lado, en el libro se habla de las energías renovables como respuesta al asunto energético. ¿Podría usted contextualizarnos aquellos movimientos anti-nucleares que promovió?


En mi pueblo, Cortes, la gente de menos de 40 años puede que ni se acuerde. Yo estudié Derecho en Zaragoza, después Sociología en la Escuela de Ciencias Económicas de Londres, y finalmente Urbanismo en Francia. Posteriormente me contrataron de profesor visitante en EEUU y fue estando allá cuando descubrí en el año 72 todo el tema de la ecología. Sobre todo, lo que descubrí fue el peligro de las centrales nucleares y el hecho de que en el país que las había inventado, EEUU, paró la construcción de las mismas, ya que vieron que eran un peligro.



Unos años después, llegué a Cortes para quedarme y veo, de pronto, que van a poner en España 29 centrales nucleares y 30 ó 40 en Japón. Así es como comencé, junto a varios compañeros que todavía siguen viviendo aquí, una asociación de defensa de la Ribera, y creamos el primer Comité Antinuclear de España y Europa. Comenzamos a luchar contra todas las centrales que querían poner en Extremadura, País Vasco, Aragón, Navarra... Fueron unos años muy fuertes de luchas, en el que se unió la lucha contra las fuerzas de Franco y, por otro lado, el modelo de una sociedad sostenible, con futuro, que no dependiera de otras, ni fuera peligrosa.



¿En qué consiste ese modelo sostenible del que habla?


Si no hubiésemos paralizado la instalación de las nucleares, hubierámos retrasado la llegada de las energías renovables unos 30 años y eso está completamente demostrado. Los dos países con más centrales nucleares en proporción al número de habitantes son Japón y Francia. Esos dos países resulta que están más retrasados que España y EEUU en energías renovables.



Concretamente en Navarra, hay una concentración de unos 2.000 ingenieros que son los mejores del mundo, junto con los daneses y los alemanes, tanto en fabricación como en diseño de molinos de viento.



Puede que lo más importante que haya sucedido en Navarra en 50 años sea el hecho de que estamos construyendo energías renovables para otros países, como EEUU y Francia. En definitiva, paralelamente a la parada de varias nucleares allá por el año 84, conseguimos que empezaran a desarrollarse las energías renovables.



Antes ha citado a Japón. ¿Qué le parece la situación que se está viviendo en el país con Fukushima?


Los japoneses son doblemente víctimas de la energía nuclear, porque primero en el año 45 les tiraron esas dos terribles bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, donde murieron casi 300.000 personas, más todos los que han ido muriendo después por problemas genéticos. Después de experimentar con ellos estos efectos de las radiaciones, prácticamente les obligaron a comprar varias centrales nucleares.



La central de Garoña, por ejemplo, es del mismo tamaño, exactamente igual, que la de Fukushima. Los americanos machacaron a los japoneses con las bombas, y después con las centrales nucleares.



Ahora, en lugar de tener energías renovables, se han centrado en la nuclear. En realidad, la información que están dando no se entiende. Un día dicen que el agua no se puede beber, después que sí. En el fondo están calmando la opinión pública porque el tema es gordo.



¿Qué es lo más grave que podría suceder en Japón?


Una explosión como la bomba atómica, como lo que ocurrió en Chernovil. Una central nuclear es como una bomba atómica controlada por la refrigeración. Si falla el bombeo del agua y la electricidad, se recalentará, se fundirán las barras de hidrógeno, desaparecerá el agua y podrá llegar a explotar. Creo que hay que estar alerta especialmente en la central número tres, la que contiene una parte importante de plutonio. El plutonio es el peligro mayor de la historia de la humanidad. Si explota, sería una catástrofe terrible.



Los japoneses que están trabajando en las centrales tienen un gran peligro, pero son gente muy seria y trabajadora y ahí están, consiguiendo impedir que explote. Más no pueden hacer. Se han equivocado colocando esas centrales nucleares. Es una tecnología que nació para la guerra y para matar y que no se puede emplear para la paz. Hay una argumentación clave: ninguna compañía de seguros del mundo asegura las centrales nucleares. Es una energía irresponsable. Queremos dominar la energía, pero es la energía atómica la que te domina a tí.



Por lo tanto, ¿el futuro pasa por las energías renovables? ¿Cómo conseguirlo?


Va a costar 30 ó 40 años. Ahora en España no hay ni 2.000 coches eléctricos. Para cambiar 29 millones de coches de gasolina a eléctricos, costará mucho.



Lo primero que tenemos que hacer es emplear todas las energías renovables que existen: solares-marinas, hidroelectricidad, biomasa, geotérmica, etc. Y aún así, al ritmo de consumo de ahora, será muy difícil. Los estrategas dicen que la última gasolinera cerrará en Europa hacia el año 2050. Tendrá que haber muchos menos coches, más pequeños y usarlos menos.



Ahora ya hay en España centrales solares termoeléctricas. España es el país más avanzado del mundo en ello. Son unas centrales de espejos, de las cuales ya hay 20. Consisten en que el sol ilumina los espejos, éstos los calienta el agua o un aceite, ese agua o aceite caliente mueve las turbinas y giran, con la ventaja de que se puede almacenar por la noche. Por lo tanto, funcionan las 24 horas del día. También está ocurriendo en los molinos de viento, donde está sobrando energía en España, de la cual vende a Francia. Esto es complicado, pero nos va a dar ocasiones de desarrollo y de tecnología para los próximos 30 ó 40 años, como mínimo.



Quiero hacer una llamada muy importante a los chicos y chicas navarros para que se dediquen a la Ingeniería. Necesitamos miles de ellos para seguir avanzando en este sentido. Además, tendrán trabajo toda su vida.



Finalmente, el último de los temas del libro es la reislamización. Cuéntenos qué significa este concepto.


Es el tema más delicado del libro. En España hay un millón y medio de musulmanes y en la Ribera aproximadamente el 4% de la población es inmigrante.



Hay pueblos como Castejón o Funes, que ya tienen unas tasas del 15 ó 20% de musulmanes. Muchos de ellos han venido a trabajar, se han quedado en paro y tienen que vivir de las ayudas. Siguen viniendo y aumentando. Por lo tanto, hay que estudiar cómo los vamos a integrar. Cuando hablo de reislamización me refiero a que durante 400 años los musulmanes dominaron Tudela y la Ribera, del año 719 al 1119. Alfonso el Batallador conquistó la Ribera, y luego Zaragoza y volvió la cultura cristiana y occidental. Algunos de los musulmanes se convirtieron al cristianismo y a otros los expulsaron. Lo mismo ocurrió con los judíos en aquel momento. En los últimos 15 ó 20 años han regresado a la zona de la Ribera.



Por ahora no ha habido conflictos graves, de tipo religioso, ni batallas como hay en otros países. Pero sí que hay pequeñas tensiones que hay que tratar saber manejar y superar. Eso es lo que tenemos que aprender en los próximos 20 años.



¿Cómo ha desarrollado la última parte del libro? ¿En qué ha basado sus estudios?


El estudio del libro ha consistido en ir preguntando por los pueblos, especialmente nos hemos centrado en Tudela, Funes y Cortes. Vinieron unos sociólogos conmigo, durante siete meses muy intensos, entrevistando a la gente para ver cómo era la convivencia.



En general, lo que hemos visto es que la convivencia no iba mal, pero a medida que hay más y van construyendo mezquitas y organizando la comunidad, se van aislando, encerrando en su comunidad.



La gente va teniendo menos contacto con ellos y no se sabe cómo parar esto. El problema no es con los musulmanes uno a uno, sino con una comunidad organizada, que tendrá que aplicar los

mismos valores y

derechos de la Constitución o la Declaración de Derechos Humanos.



Las mujeres navarras, por ejemplo, están inquietas y desconcertadas porque ven a las mujeres musulmanas encerradas en sus casas, no tienen relación con gente de fuera, están aisladas y eso preocupa.



Están viendo que hay tratamientos muy desiguales en el caso de las mujeres musulmanas, lo cual se debe a que en el Corán las mujeres son inferiores a los hombres.



¿Por dónde pasaría la solución a esta problemática?


Nadie sabe la solución. Lo que estamos viendo es que en países muy avanzados en igualdad de la mujer como Suecia o Noruega, están desesperados porque no saben qué hacer. No consiguen ni que la comunidad se integre, ni que aparezca lo que denominan un "Islam europeo", que permita la igualdad de la mujer.



Habrá que darle muchas vueltas y evitar el "comunitarismo", es decir, que empiece a haber enfrentamientos entre comunidades.



Actualmente hay un desencuentro, una relación fría, pero no ha habido nada grave. Mi libro es una advertencia para los próximos 20 años.



¿Seguirá aumentando la llegada de musulmanes?


Sí, porque vienen como pueden, se alojan apoyados unos con otros, tienen sus servicios sociales propios y se acogen a la renta básica.



¿Cree usted que hay racismo en la Ribera?


Yo creo que no. Navarra es de los sitios donde menos. Yo creo que existe todo lo contrario, lo que yo llamo "xenofilia". Tradicionalmente en Navarra los forasteros han sido bienvenidos. Hay que entender que en los últimos diez años España fue el segundo país del mundo de llegada de inmigrantes. Cada año llegaban 600.000, pero apenas sin incidentes. Yo no pienso que haya racismo cultural, ya que la tradición es mezclarse. Lo que sí esperan es que los que llegan se integren primero y se asimilen después.



No creo que haya hostilidad especial, pero la gente de los pueblos esperan que se integren. Yo sueño con que dentro de 20 años haya inmigrantes en las Peñas, por ejemplo. Es un proceso que requiere varias generaciones.



¿Cómo debe desarrollarse esa integración?


La gente de aquí tiene que acoger, algo que sucede habitualmente. Los colombianos, peruanos, rumanos, etc., se están integrando muy bien.



Esa primera fase, la de la integración, supone hacer esfuerzos por ambas partes. La segunda parte consiste en asimilar lo que tienes donde llegas. Lo que se está viendo en Europa es que el Islam les prohíbe integrarse y asimilarse. Esa es la dificultad que está habiendo y que habrá que resolver.



¿Tiene pensado continuar con la escritura de otro libro?


En realidad, este libro es como un ensayo, para ver qué reacción hay y el diálogo que suscita, sobre todo el último tema.



Después, publicaría un libro en el que estoy trabajando desde hace ocho años, que tiene dos partes: la historia del Islam en España y los problemas del Islam en Francia. Es un libro que tengo ya muy avanzado.



El trabajo se presentará en Castel Ruiz el viernes día 8 a las 20 h. La entrada será libre.


- "Una millonésima de gramo de plutonio respirado o ingerido supone cáncer o muerte en un mes".


- "Veinte centrales solares termoeléctricas equivalen a la energía de dos centrales nucleares".


- "España depende en el 85% de la energía de petróleo y gas".


- "Navarra gastó 28 millones de euros el año pasado en renta básica. Aproximadamente la mitad de los casi 10.000 hogares que la reciben son musulmanes. Esto supone solamente el 0'7% del Presupuesto de nuestra comunidad".


- "Tudela cuenta actualmente con unos 2.000 musulmanes".


- "Contamos con reservas de petróleo para 120 días y de gas para 30", ha asegurado el autor del libro, Mario Gaviria.