Un Mario Gaviria tan “nervioso y agitado como el día de su boda” y rodeado de familiares y amigos recibió el galardón Zahorí de Plata 2008 que recientemente le otorgó la peña gastronómica el Pocico de Tudela en el salón de actos de Castel Ruiz. La instancia casi se quedó pequeña para acoger al numeroso público que reunió el acto de homenaje al sociólogo cortesino, que fue presidido por el presidente del Ejecutivo Foral, Miguel Sanz, y por los alcaldes de la capital ribera y Cortes, Luis Casado y Javier Blasco, respectivamente. Como representante de la peña otorgadora hizo entrega del Zahorí de Plata su presidente, Rafael Alfaro. Junto a todos ellos, no faltaron representantes municipales y de instituciones culturales de Tudela y la Ribera, además de “Zahoríes” anteriores, como Antonio Loperena y Rafael Moneo.
El Zahorí de Plata es concedido cada año por la peña el Pocico a personalidades navarras destacables, como en este caso lo era el sociólogo y economista, Premio Nacional de Medio Ambiente en el año 2005, Mario Gaviria.
Durante la entrega del galardón, los discursos destacaron no sólo la capacidad intelectual de Gaviria, sino sobre todo su calidad humana y su “espíritu inquieto e innovador que le ha llevado a una constante búsqueda del bien humano”, tal y como dijo en su intervención el presidente Miguel Sanz.
Dando muestras de todo ello, Mario Gaviria logró arrancar la risa y los aplausos del público a través de un discurso casi improvisado en el que restó importancia a la crisis financiera y apostó por crear en Tudela una Escuela de Ingeniería Eólica, como “la única respuesta sólida ahora mismo a la crisis energética”. “Ha acabado la etapa del mucho cemento y hay que entrar en la del talento”, expresó Gaviria, quien aseguró que “se ha desbordado el capitalismo y ha huído hacia la inmoralidad y la corrupción”.
