Tudela

Los refrescos, una gran fuente de hidratación

Consejos para niños y ancianos

Con la llegada del calor estamos expuestos a temperaturas más altas, nos movemos más, nos desplazamos más en coche, y estamos sometidos a una mayor carga de trabajo antes de las vacaciones.



En estas situaciones es fundamental mantener un buen estado de hidratación y reponer las pérdidas hídricas y de sales minerales que podemos sufrir por las altas temperaturas, tener energía para afrontar todas las actividades del día y mantener un buen nivel de atención al trabajar,

al estudiar o al conducir.



Durante esta época del año el cuerpo sufre grandes pérdidas hídricas, sobre todo por un incremento de la sudoración. Pero la mayor parte de los españoles no son conscientes de la importancia que tiene beber lo suficiente, muchas veces porque no tienen sed o simplemente porque les aburre hidratarse,

por lo que aumenta el peligro

de deshidratación.



La capacidad de hidratación de las bebidas se debe a su composición hídrica. En el caso de las bebidas refrescantes, como están compuestas en más de un 90% por agua son una gran fuente

de hidratación. De hecho la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, ha incluido a las bebidas refrescantes dentro del “grupo de alimentos con un papel importante en la dieta europea”, por su capacidad de hidratación.



Actualmente las bebidas refrescantes se caracterizan, sobre todo, por su buen sabor y por la gran variedad de opciones entre la que se puede elegir:

de cola, naranja, limón, gaseosa, tónica, bitter, de distintos tipos como las light, con o sin gas, bebidas para deportistas, bebidas de té, etc. Precisamente el hecho de poder elegir entre esta gran variedad de opciones y poder escoger siempre el refresco que mejor se adapte a nuestros gustos, al momento del día o a necesidades concretas facilita la hidratación.



Se ha comprobado que las personas que toman una variedad de bebidas a lo largo del día, toman un 50% más de líquidos, por lo que disminuye el riesgo de deshidratación.



El azúcar es un nutriente fundamental dentro de una alimentación saludable, que aporta energía al cuerpo. Diversos estudios científicos han demostrado los beneficios del azúcar en el organismo. Así por ejemplo contribuye a mejorar la capacidad física y el rendimiento deportivo. También existen investigaciones científicas que han estudiado los efectos positivos del azúcar en la función cerebral mejorando aspectos como la atención, la capacidad de reacción la memoria o el rendimiento intelectual.



Por eso, las bebidas refrescantes que contienen azúcares cumplen un importante papel a la hora de aportar glucosa al cerebro, que mantiene los niveles de atención en situaciones como al estudiar, al trabajar o al conducir, algo fundamental en esta época del año en la que aumentan los desplazamientos por carretera y la carga de trabajo antes de las vacaciones.



Las sales minerales cumplen diversas funciones esenciales en el organismo: forman parte de la estructura ósea y dental, regulan el balance de agua dentro y fuera de las células, intervienen en el sistema nervioso y en la actividad muscular, colaboran en procesos metabólicos, intervienen en el buen funcionamiento del sistema inmunológico y forman parte de moléculas de gran tamaño como la hemoglobina de la sangre.



Hay situaciones como cuando estamos sometidos a altas temperaturas o cuando realizamos un gran ejercicio físico,

en las que a través del sudor también podemos perder algunas de estas sales minerales. En estos casos es fundamental reponer los líquidos que se pierden, pero también los electrolitos.



Las bebidas para deportistas incorporan entre sus ingredientes algunas sales minerales como sodio, magnesio, calcio o potasio, entre otros –además de azúcares y agua-, por lo que rehidratan el organismo, facilitan la absorción del agua y reponen los electrolitos perdidos. Además, gracias a su buen sabor se consumen con más facilidad y hacen más sencilla la hidratación.



El gas que contienen muchas bebidas refrescantes se llama anhídrico carbónico y está presente en la atmósfera de manera natural. Tiene propiedades conservantes, le otorga estabilidad al producto, da acidez e intensifica el sabor y el aroma. Pero, sobre todo, las burbujas aportan a las bebidas refrescantes un toque especial de vivacidad

y agradable cosquilleo.



Con la llegada del calor aumentan las ganas de ponerse en forma. Los refrescos light, sin apenas calorías, son una opción para aquellas personas que, manteniendo una dieta equilibrada, variada y moderada, en un momento determinado, quieren cuidar más su línea. Por eso, en esta época del año, se convierten en los reyes del verano.

1. Beber debe ser un hábito en los ancianos aunque no tengan sed.


2. Colocar una botella de agua de 1,5 litros en un lugar visible

y bebérsela antes de finalizar el día.


3. Ingerir 2,5 litros diarios y aún más si se realizan esfuerzos físicos y el clima es cálido o húmedo.


4. Evitar perder líquidos en exceso. Para ello, es recomendable

no exponerse al sol de forma innecesaria, no hacer ejercicio físico en las horas centrales del día y vestir ropa fresca y poco ajustada para sudar menos.


5. Ofrecer agua, zumos y bebidas en abundancia y con frecuencia a niños y ancianos y vigilar en especial a bebés, enfermos

y personas dependientes.


6. No tomar, en la medida de lo posible, refrescos azucarados, porque provocan caries y obesidad. O moderar su consumo.


7. Evitar las bebidas con alcohol. O moderar su consumo.


8. Preguntar al médico y farmacéutico cómo hidratarse correctamente.

Estos consejos, y el sentido común serán tu mejor aliado.