Tudela

Los niños se atreven con los gigantes

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La escuela para aprender a bailar nació de la comparsa de gigantes Perrinche. Muchos niños de seis, y ocho años venían con sus padres a los ensayos. “Y al ver ese entusiasmo -cuenta Miguel Sánchez Eguialde- decidimos crear una escuela. Se hizo un pequeño bando por la zona para ver cuánta gente acudía. El primer día vinieron siete u ocho, pero a los pocos días eran más de treinta”.

Una de las claves de este éxito, creen sus responsables, es que la iniciativa coincidió con Carnavales de este mismo año, y con la idea del colegio San Julián de preparar unos gigantes para esa fiesta. “De esta forma, muchos chicos vinieron a aprender aquí y ya se quedaron”-explica Pedro Miguel.

Pero para poder mantener la escuela era necesario tener unos gigantes propios. Ese es el momento en el que otros colaboradores entran en escena. Gracias a los diseños de Javier Salcedo, Paco Cascán y Juancho Sada dan forma a cuatro figuras, que les llevaron meses de trabajo. Finalmente crearon una pareja de egipcios, otra de musulmanes, otra de romanos y otra de figuras del medievo.

Las chicas también se apuntan

Ahora mismo, en la escuela hay alrededor de treinta chicos y chicas, en una proporción aproximada de sesenta-cuarenta.

En cuanto a los ensayos, que corren por cuenta de Juan Ramón Marín, perteneciente a la Comparsa de Gigantes de Tudela, se hacen en principio, una vez a la semana. “Lo importante en esto de los gigantes -explica Juan Ramón- es coger el peso entre los hombros y el cabezal, que es donde se coge el equilibrio. Pero como estos pesan poco, no tienen cabezal, sólo se apoyan en los hombres. Estos gigantes pesarán unos 8 ó 10 kilos”.