Tudela

Las perturbaciones en la familia determinan las conductas violentas y adictivas

Las familias presentan dificultades en las etapas normales de su evolución. Las relaciones con niños y adolescentes en su crecimiento y maduración emocional, los problemas de límites o convivencia, el malestar de la pareja matrimonial, las dificultades laborales, los duelos, la presencia de la enfermedad física y/o mental, etc. pueden derivar en un problema mental con efectos como el alcoholismo, la depresión, las drogas, la violencia familiar o la repetición de curso y la deserción escolar, entre otras.

Al aislarse en su dolor, las familias viven estas experiencias de una manera dramática. Cuando pueden ser compartidas con otras familias, se producen resonancias y aprendizajes que alivian y permiten mejorar la calidad de vida. El intercambio de experiencias, bien gestionado por un grupo de expertos, da respuesta a las acuciantes demandas de ayuda que surgen de las perturbaciones en el funcionamiento familiar y que determinan las conductas de violencia, adicción, delincuencia y trastornos mentales y físicos en gran parte de la población. Docor