Desde tiempo inmemorial las cigüeñas de Tudela han estado presentes en el lanzamiento del cohete de las fiestas, tanto cuando se realizaba en la plaza Vieja como actualmente en la Plaza Nueva. Las cigüeñas posadas en sus nidos ubicados en los edificios emblemáticos de ambas plazas han sido testigos de las vivencias de los tudelanos, tanto las de carácter triste como las festivas.
Pues bien, desde el año pasado las cigüeñas ya no participan ni de las fiestas ni del resto de los acontecimientos tudelanos, dado que de forma totalmente incomprensible se han destruido todos los nidos que existían en la Plaza Nueva y calles adyacentes. A los tudelanos y tudelanas de toda la vida se nos hace muy raro no contar con la compañía de estas entrañables aves. Los majestuosos vuelos de las cigüeñas cuando salen de los nidos o cuando regresan a ellos con comida para su descendencia suponen un espectáculo natural que no se debe perder por la ignorancia de los responsables de la eliminación de los nidos.
Las cigüeñas construyen unos voluminosos nidos con restos vegetales y con desperdicios de todo tipo que recogen en los campos de los alrededores. Durante el acarreo y durante la crianza algunos de estos materiales caen a los tejados causando el taponamiento de las cañerías y los que caen a la vía pública pueden impactar en los transeúntes. Pero estos problemas, fácilmente subsanables, no justifican la indiscriminada e ilegal retirada de todos los nidos que se ha llevado a cabo en Tudela.
Desde hace años se ha venido trabajando en la compatibilización de la presencia de las cigüeñas en el casco urbano tudelano con la conservación de los edificios donde esta especie ubica sus nidos. La Asociación Gurelur ha trabajado siempre en los nidos de las cigüeñas, realizando previamente un estudio técnico con el fin de valorar la problemática y la respuesta de las cigüeñas a la actuación.
Con ello se han venido evitando las negativas consecuencias ocurridas con la eliminación de las cigüeñas de la Plaza Nueva y alrededores que, al no realizarse convenientemente, han provocado a 14 parejas tener que construir sus nidos en torretas eléctricas, ocasionando la muerte de algunos ejemplares y serios problemas en el suministro eléctrico.
Confiamos en que nuestra patrona Santa Ana ilumine la mente de los responsables de este desaguisado ambiental para que no vuelvan a dejarnos a los tudelanos sin la compañía de tan insignes vecinas.
Deseamos felices fiestas
a todos, también a los que
se han portado mal con las cigüeñas.
