Tudela

La sequía hace mella en la Ribera

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La escasez de precipitaciones que registra la Ribera en los últimos meses está empezando a generar preocupación en los agricultores de la zona, sobre todo en aquellos que se dedican al secano.

A pesar de que la Ribera es una zona en la que la ausencia de precipitaciones es algo frecuente, el bajo índice de lluvia de los últimos meses y la ausencia de las conocidas como tormentas de verano está generando unas perspectivas bastante pesimistas sobre las cosechas de vid, almendros, olivos y maíz, principalmente.

Cultivos de regadío

Las primeras consecuencias se comenzaron a notar en la recolección del cereal, que tuvo lugar en junio. Muchos fueron los productores que vieron reducidas sus cosechas hasta el 50% y que decidieron dejarlo en el campo en vez de recogerlo debido a que el gasto ocasionado en su recolección iba a ser mayor que el generado por su venta.“Este es el año que más se ha notado la falta de agua. A parte de que sembramos menos tierra por este motivo, nos hemos visto obligados a dejar mucha parte sin cosechar, ya que la campaña se ha visto mermada al no caer agua”, señaló Ignacio Resa, agricultor arguedano que lleva tierra en Bardenas. Y es que los cultivos de secano subsisten gracias al agua que cae en forma de lluvia. Por este motivo, este año ha habido mermas en las cosechas de hasta un 75% en zonas como Cascante, de un 50% en Arguedas y de un 40-50% en Cabanillas.

En lo que respecta a la agricultura de regadío -tomates, frutales, maíz, alcachofas, bróculis, coliflor y berenjena, entre otros- el problema de la sequía apenas se está dejando notar. Es precisamente este tipo de agricultura la que más se realiza durante la época estival. “Mientras siga bajando agua por el río Ebro y por los canales, la agricultura de regadío no tendrá problemas”, comentó José Miguel Bozal, del ITG agrario de Tudela.

Subvenciones del Gobierno

Sin embargo, no todos los agricultores riberos tienen la misma accesibilidad al agua. Así como los que riegan a través del río Ebro no tienen problemas, no pueden decir lo mismo los que dependen del canal de Bardenas, como son los agricultores de Valtierra y Arguedas. Recogen el agua del embalse de El Ferial, que se abastece de Yesa, cuyo nivel se ha visto mermado en los últimos meses por la escasez de lluvias registradas durante el invierno. Esta situación les llevó, hace unos años, a reducir a la mitad sus tierras de cultivo.

Aunque los agricultores pueden hacer uso del agua, el calor y la sequía está favoreciendo la aparición de plagas de insectos que atacan a las plantas, como es el caso de la araña. Además, son muchos los productos que con el calor maduran antes y adelantan sus cosechas, así como otros se pierden antes de estar listos para su consumo.