El poblado de Urzante -ubicado entre Cascante y Murchante y en el que no vive nadie desde hace cerca de 200 años- volvió a ser, un año más, punto de encuentro de las cerca de 800 personas que no quisieron faltar a la tradicional romería que se celebra cada 12 de octubre en honor a la Virgen del Pilar.
La fiesta dio comienzo con una misa a la que siguió la tradicional procesión en honor a la Virgen por el despoblado y el reparto de 50 litros de mistela y 60 cajas de galletas al que invita la Diputación de Campos de Urzante. “La temperatura fue estupenda, lo que hizo que participara mucha gente durante toda la jornada, porque hay quienes vienen sólo a la misa, a almorzar o comer”, comentó Ángel Mari Díaz, secretario de la Diputación Campos de Urzante, entidad organizadora de la jornada en colaboración a La Comunidad de Regantes de la Encomienda.
