Tudela

La primera Navidad

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Por el Casco Antiguo

Sucedió hace más de 2.000 años y su nacimiento dividió el tiempo en dos. Desde la parroquia de Santa María la Mayor de Tudela, los diferentes grupos de catequesis junto con algunos voluntarios representarán por tercer año consecutivo las escenas de aquella primera Navidad.

Los niños protagonistas

La calle de la Magdalena se convierte en una plaza de Nazaret. Allí los vecinos hablan y realizan sus labores, José atiende su carpintería y María prepara el nacimiento de su hijo. La plaza Vieja se transforma en un mercado del pueblo de Belén y acoge a los romanos encargados de realizar el censo. La plaza Mercadal contará con la posada y la iglesia de San Jorge dará cobijo a los pastores que recibiran la visita del ángel que anuncia el nacimiento de Dios. El altar se transformará en el pesebre y tras la ofrenda solidaria de los pastores continuará la celebración de la misa de Navidad.

Ofrenda solidaria

Los personajes están interpretados por jóvenes voluntarios y niños de la catequesis de primera comunión. "La celebración se inicia junto a la iglesia de la Magdalena y de camino a las diferentes escenas y localizaciones vamos cantando villancicos acompañados por los auroros. Aunque forma parte de las actividades del grupo de catequesis están invitados todos los niños que quieran a venir vestidos de pastores, o no, y participar con los villancicos", anuncia Marta Pelarda, catequista de la parroquia.



"Aún estamos empezando, ya que éste será nuestro tercer año y mucha gente, fuera de la catequesis, aún no conoce esta representación", señala Mª Luisa Saso catequista de primera comunión.



Cada año han ido aumentando el recorrido y variando algunas localizaciones, "pero esperamos que los cambios que hemos realizado este año sean definitivos y podamos consolidar esta representación como un acto más de la Navidad en Tudela", comenta Ignacio Pérez, catequista.

Durante la representación, los más pequeños, vestidos de pastores, realizan una ofrenda al Niño en la que entregan alimentos no perecederos y que la parroquia reparte entre las familas más necesitadas.



El objetivo de este belén viviente, según explica el párroco Bibiano Esparza, "es darnos cuenta de que Dios se hace uno de nosotros, se ha solidarizado con nosotros y especialmente con los más necesitados y eso nos tiene que mover el corazón. Desde la parroquia de Santa María queremos aportar nuestro granito de arena entre las familias de nuestra parroquia que pasan necesidad. Pensar que en pleno siglo XXI hay gente que está pasando hambre, incluso en el primer mundo, nos tiene que sensibilizar".