La que fuera una de las primeras profesionales de la jota navarra en los años sesenta, Josefina García Simón, recibirá en las próximas fiestas patronales, de manos del alcalde de Murchante, el premio Murchantina del Año, como reconocimiento a toda una trayectoria artística, gracias a la que ha paseado el nombre de su localidad y el folclore navarro por toda la geografía española.
Sorpresa
Josefina recibirá este premio, en forma de una placa conmemorativa, a las once de la mañana del próximo 14 de agosto, en un acto de homenaje tras el que también se hará entrega de los premios de los concursos de carteles, que han recaído en: Jorge Arriazu Crespo (1º), Belén Marín Lamana (2º), Jorge Gárriz Fernández (3º), y Marcos Arriazu Simón (1º en categoría infantil).
A Josefina, que casi no sale de casa debido a algunos achaques de salud, este homenaje le ha cogido “por sorpresa. No me lo esperaba, porque este año no he hecho nada que requiriese el premio, pero me han explicado que es el reconocimiento a toda una vida. Estoy muy contenta y agradecida”, señala.
Josefina aprendió la jota de forma autodidacta. “Entonces no había escuelas, aprendíamos unos de otros, y yo lo hice de mi madre y de mis hermanos”. Inició su andadura profesional de la mano de Faico, con el que formó un dúo a lo largo de doce años, al que le sucedió otro, durante dos años, con Ignacio Berrozpe “El Chatico”. Ambos fundaron con Paquita Santos y Luis Les el primer grupo de jota navarra profesional: Alma Navarra, al que también pertenecieron Rafael Ansó, Ángel Puerta, Joaquín Ostiz, Miguel Gómara, Camino Martínez y Pedro Echeverría. En 1986 Josefina se retiró de esta formación, para dirigir la Escuela de Jotas de Murchante durante cerca de trece años. En ella llegó a tener hasta cincuenta alumnos.
