Los niños que este año han recibido su primera comunión volvieron a salir por las calles de sus respectivas localidades vestidos de gala para celebrar el Corpus, una tradición que no se pierde en la mayoría de municipios de la Comarca.
En Cintruénigo, la procesión fue arrojando pétalos de rosa e hicieron paradas en el Ayuntamiento, en San Martín y en la Cadena.
Un escenario muy parecido tuvieron localidades como Arguedas, Fustiñana, Murchante o Ágreda, donde los jóvenes comulgantes, arropados por sus familiares, desfilaron por las calles de sus respectivos pueblos echando al aire los pétalos de las rosas que portaban en sus canastillos.
Mientras tanto, en la capital de la Ribera volvió a congregar a numeroso público la celebración del desfile barroco organizado por la Comparsa Perrinche y el Centro Cultural Miguel Sánchez-Montes, auténticos impulsores de la recuperación de esta tradición en las calles de Tudela.
Los gigantes del Evangelio, las figuras tradicionales o la terrorífica Tarasca fueron algunos de los personajes que hicieron las delicias de pequeños y mayores en su espectacular recorrido por diversas calles de la ciudad desde el barrio de Lourdes.
