Hoy, aunque todavía estamos viviendo las últimas etapas de la Era del Fuego, tenemos la oportunidad de poder disponer de energía sin la necesidad de la combustión ni de la fisión de materiales, pues se han desarrollado un conjunto de tecnologías que nos permiten captar la energía contenida en los flujos biosféricos (Sol, agua, viento) y litosféricos (calor de la Tierra) y transformarla en energía útil.
Pasar de la Era del Fuego en la Era de los Flujos tiene consecuencias bien claras, sobre la persona y la sociedad. Así, la persona y las sociedades humanas dejan atrás su papel de consumidores de materiales, pues al quemar los combustibles fósiles y fisionar los nucleares, para liberar la energía que contienen, los materiales desaparecen. Y pasan a ser aprovechados de flujos, recuperando el papel que durante muchos milenios habían tenido.
" La ciudadanía debe abandonar el rol de ser consumidora pasiva de materiales"