Tudela

Jotas para la Santa

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Miles de personas cada año acuden a la procesión de Santa Ana. Es el día grande de la Patrona y, como cada año en estas mismas fechas, abandona su capilla en la Catedral de Tudela, para dejarse llevar en andas por las calles antiguas de la ciudad. En su marcha es arropada por el fervor de los tudelanos y tudelanas que llenan las calles por donde discurre el cortejo, entre aplausos, gritos de “guapa, guapa”, jotas...

Estos cantos alusivos a la Patrona son precisamente los que más emocionan y hacen llorar a los presentes, como comenta Sandra Miranda, jotera espontánea en ese marco de la procesión: “Para mí, cantar a Santa Ana es un momento muy emocionante. Te la paran justo debajo del balcón, la tienes ahí, enfrente tuya, puedes verla cara a cara, aunque yo no soy capaz de mirarla, porque si no no podría cantarle. Y en ese momento puedes cantarle tú a ella. Ves que la gente te aplaude e incluso algunas personas se emocionan y sueltan algunas lágrimas, casi como nosotras”. Esta jotera que lleva casi 20 años cantando en la Escuela Municipal de Jotas de Tudela y con una larga trayectoria profesional a sus espaldas, confiesa que “cantarle a la patrona es como una adicción, y jamás dejaré de hacerlo mientras el instrumento dure”. Al igual que su compañera de dúo, Soraya Castellano, lleva cantando tanto en dúo como en solista en la procesión, desde los 14 años, y tiene 26.

“Siempre he sentido mucha devoción por Santa Ana y creo que parte de la culpa la tiene mi madre porque desde pequeña me llevaba a ver las novenas y las procesiones. Así que desde siempre me ha motivado mucho el cantarle”, indica. Además Soraya comenta que hizo una promesa hace dos años: “en el 2006 coincidió que en fiestas de Tudela me encontraba de luna de miel. Lo pasé tan mal fuera de Tudela, me acordaba tanto del momento de la procesión, que juré que nunca más faltaría en las fiestas, al menos hasta el día 26 de julio”.

Estas dos jóvenes joteras cantan todos los años en la calle Portal, desde el balcón del tudelano José Mª Arellano, que siempre les prepara letras alusivas a la patrona: “Cinco minutos antes de que comience la procesión, Arellano nos da 2 ó 3 jotas que ha escrito él sobre la Patrona. Nosotras elegimos la que más nos gusta, en ese momento ensayamos un poco el tono... y a cantarla con la chuleta en la mano, porque no nos ha dado tiempo a memorizar la letra”, apunta Miranda."
"Aunque para ellas esto no es difícil, lo peor es tener la garganta a punto para ese día. “Por norma general ya llevas dos días de fiestas, la garganta no está al cien por cien, porque aunque siempre tratas de cuidarla un poco, sales y no está bien. Pero yo no sé si es el capotazo que te echa Santa Ana, que soprendentemente te sale bien la voz”, indica Castellano.