Cascante

Inicio de curso especial en Cascante

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Cerca de seis años. Es lo que han tardado los padres, alumnos y profesores del Colegio Santa Vicenta María en ver el centro renovado y adecuado a las necesidades de un colegio moderno, accesible y seguro. También es el tiempo que ha tardado el Gobierno de Navarra en materializar unas obras que se han retrasado en numerosas ocasiones y cuya ‘patata caliente’ ha pasado por tres consejeros diferentes: Pérez Nievas (CDN) y los regionalistas Catalán e Iribas.

La pasada semana, con todo ese tiempo de reivindicaciones y peticiones de por medio, la inauguración del nuevo centro por fin era un hecho. El cambio ha sido radical, empezando por la ubicación. De la Avenida Madrid se ha pasado a la Avenida Fuentes Dutor, con una inversión de 2,94 millones de euros que han servido para financiar una superficie construida de 3.575 metros cuadrados.

El centro se divide en seis aulas de Infantil, doce de Primaria, cuatro para desdobles, tres específicas, una de psicomotricidad, una polivalente, biblioteca, gimnasio con vestuarios, comedor con cocina y pista cubierta.

La construcción del nuevo centro, pese a terminar en mayo pasado, no se ha hecho realidad hasta que todas sus aulas y dependencias han sido acondicionadas con sus respectivas dotaciones y equipaciones, las cuales se han realizado a lo largo del verano. Un total de 317 alumnos estrenaron el centro, que dará cabida a niños de entre 3 y 12 años de Cascante, Tulebras y Barillas.

La otra cara de la renovación

La presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, y el consejero de Educación, José Iribas, lucieron sus mejores galas en el acto oficial, en el que estuvieron acompañados por el alcalde de Cascante, José Gómara, el de Tulebras, Rafael Ayensa, y el de Barillas, Ramón Martínez.

 "Me habría gustado ver a algunas personas que han luchado mucho durante estos años en el acto de inauguración"

María Eugenia Sanz

APYMA del Colegio de Cascante

No obstante, tan radiantes o incluso más que las sonrisas de los dos representantes del ejecutivo foral, eran las de muchas personas que han protagonizado las reivindicaciones para lograr que se construyese un nuevo centro desde 2008. María Eugenia Sanz, presidenta de la APYMA del antiguo centro, estuvo presente en un acto que, en parte, dejó en un segundo plano la lucha vecinal y municipal por tratarse de un evento protocolario.

Sanz asegura sentirse “liberada y muy contenta”. “Ha sido muy emocionante, porque hemos pasado momentos duros y muchas veces hemos estado a punto de tirar la toalla”, afirmaba.

“Los componentes de la APYMA, las personas que nos han apoyado desde el Ayuntamiento, los miembros de la plataforma y muchos vecinos hemos estado juntos en esto. No nos ha movido el interés personal, sino el conseguir un colegio seguro y accesible. Y por fin lo tenemos aquí”, añadió Sanz, quien lamentó que “algunas personas que han luchado mucho durante tantos años no pudiesen estar presentes en el acto” por su condición de oficial. “Me habría gustado verlas aquí”, sentenciaba.