Los vecinos de Buñuel quisieron rendir un homenaje a los cincuenta asesinados en el verano del 36. Unos días antes, se habían asesinado a su alcalde, Alfonso Marquina, y a su secretario, Marín Domingo. Entre los asistentes se encontraba la hija del alcalde asesinado, Alicia Marquina.
El homenaje contó con la oposición del Ayuntamiento de Buñuel, gobernado por UPN, que no cedió ningún local municipal, ni ninguna silla. Fueron los propios asistentes quienes, con la ayuda de los concejales de localidades vecinas, pudieron dar asiento a los cientos de asistentes. Al acto asistieron diferentes miembros de diversos colectivos como las asociaciones Laubide Kultur Taldea, o la Asociación de Vecinos Valentín Plaza de Castejón.
Además, el acto contó con la interpretación del Himno de Riego por los gaiteros de Tudela, un grupo de castejoneros tocaron la txalaparta y una joven bailó un aurresku.
