Tudela

Guerra a las palomas en Ejea de los Caballeros

1198055476.jpg

El Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros ha tomado medidas contra la superpoblación de palomas que están causando daños en el patrimonio civil y religioso así como en propiedades privadas del casco urbano y en fincas agrícolas.

Así, además de colocar desde principios de noviembre hasta una veintena de jaulas en los enclaves de mayor afluencia de palomas, ha comenzado una ronda de cacerías en colaboración con la sociedad de cazadores Las Bardenas, que cazó cerca de 250 ejemplares el pasado 17 de noviembre en la cooperativa Virgen de la Oliva.

Cooperativa

El concejal de Medio Ambiente del consistorio ejeano, Juan Carlos Navarro, señala que “no podemos actuar en la prevención de daños en el patrimonio hasta que no reduzcamos la población de palomas, que estimamos en varios cientos de miles en Ejea”. Según informa Navarro las cacerías “ya se venían realizando en los últimos años de forma esporádica (unas cuatro o cinco veces al año)”. No obstante, la proliferación de estas aves ha obligado a “plantearnos que sean semanalmente, si se puede en función de la disponibilidad de cazadores”, indica Juan Carlos Navarro.

Jaulas

Uno de los enclaves preferidos de las palomas es la cooperativa Virgen de la Oliva “en donde llegan a comer hasta cien kilos de grano diarios”, dice el edil ejeano. Además, según Navarro, “el ayuntamiento ha recibido quejas de agricultores y ganaderos porque las palomas se tiran a los campos sembrados”.

Comarca

Desde principios de noviembre el consistorio ha colocado hasta veinte jaulas (plaza de Toros, polígono de Valdeferrín, entre otros) en las que coloca comida como reclamo para que las aves entren por una pequeña puerta.

El destino de las palomas que se capturen en las jaulas será la incineración. Según Navarro, “la posibilidad de que pudieran destinarse a consumo humano resulta muy difícil de llevar a cabo por razones sanitarios; de modo que serán destruidas”. La reproducción incontrolada de palomas se debe a que “no hay nadie que se ocupe de los pichones y además ya casi no hay palomares”, dice Navarro quien pide la “colaboración ciudadana” para que “permitan la colocación de jaulas”.