Marcilla

Gallur abre el otoño de protestas por la N-232

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El próximo sábado 19 de octubre, la localidad de Gallur será el escenario de la primera de las protestas del otoño reivindicativo por un desdoblamiento de la carretera N-232 entre Figueruelas y Mallén. La lectura de un manifiesto en el parador de la localidad (12 horas) servirá para dar voz a los afectados por este punto negro, después de que Fomento y ejecutivo aragonés anunciaran "buscar nuevas fórmulas" para acometer las obras.

Pese a este anuncio, en el que se planteaba la posibilidad de una encomienda, sin precisar cuál sería el método de financiación, el alcalde de Gallur, Antonio Liz, pide "no bajar la guardia hasta ver las obras en marcha". "Tenemos la geografía aragonesa repleta de obras licitadas e incluso adjudicadas en fase de ejecución paralizadas por falta de financiación. Es pronto para saber si iniciamos el epílogo o asistimos a otra triste temporada más de una serie basada en el engaño y la dilación gratuita en el tiempo", afirma.

Sentimiento de indignación

"Todo dependerá, en los tiempos que vivimos, de que alguien realmente responsable se contagie de la prioridad de sacar esta obra adelante frente a otras de menor prioridad, y ese contagio se lo debemos de provocar nosotros", añade Liz.

Antonio Liz resalta el malestar de los vecinos de su localidad, "además de los de las demás poblaciones afectadas". "El sentimiento es de total indignación. El camino a Zaragoza, a nuestros polígonos industriales, a institutos o a las fincas rústicas de laboreo está condicionado por la naturaleza de este vial", dice.

"Los índices de siniestralidad son causa fundamental a tener en cuenta, pero el freno importante para el desarrollo de cualquier actividad productiva en esta parte del corredor del Ebro también nos lastra", explica el primer edil de Gallur.

Liz relama que "no se caiga en el desaliento en esta revindicación". "Para que la indignación no se convierta en resignación, estamos algunos por ahí que tratamos de mantener la tensión en todo momento para que, esté quien esté en Madrid o en Zaragoza, no caiga en el olvido este 'monumento' a la desidia", sentencia Liz.