Corella

Fontellas adquiere una escultura de Pedro Jordán para el parque de Sobrevilla

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Simbolismo

Dedicar el parque de Sobrevilla a las personas mayores, a los abuelos y a su relación con los nietos era una vieja aspiración del Ayuntamiento de Fontellas que, por fin, se ha visto realizada. Una escultura de 2,7 metros de altura, realizada a partir de un bloque de mármol rojo, por el artista tudelano Pedro Jordán simboliza tal homenaje, habiendo sido colocada en un lugar estratégico del mencionado parque fontellero. La adquisición se llevó a cabo tras valorar los 3 proyectos presentados y supondrá así mismo aumentar el patrimonio artístico del municipio, con una pieza pública contemporánea.

Estética

Este proyecto quiere reflejar las dos figuras que representan a los abuelos y los nietos en general, sin distinción de sexos, en una expresión de comunicación y protección de la figura mayor sobre la menor, y el niño/a buscando esa protección agarrado al pantalón o falda del abuelo/a. Pretende establecer ese vínculo afectivo que se crea entre ambos de contar cuentos, juegos y experiencias. Estos abuelos tienen más tiempo para jugar, y son más tolerantes con los caprichos que sus propios padres, a los que les falta tiempo para todo esto.

El título hace referencia a un parte que comienza, y otra que terminará algún día, completando ese ciclo de la vida dinámico donde coexistimos en este tiempo y espacio.

Es la parte más llamativa de la propuesta. Es una estética muy personal, se podría enmarcar dentro del estilo que se ha denominado “neofigurativo”. Pretende que sean evidentes las dos figuras, incluso que refleje bien la expresión antes comentada de relación afectiva y protección, utilizando elementos de abstracción geométrica y orgánica en su composición y en las formas de sus elementos.

El material elegido ofrece muy buen contraste entre las diferentes texturas que queremos diferenciar: el pulido para el exterior de las figuras, abujardado para expresar la parte interior , y la superficie en basto trabajada a puntero que simboliza la tierra, el espacio y el tiempo que los dos están compartiendo.

El agujero también forma buena parte de la composición y de la estética, ofreciendo un cierto grado de misterio y separación física entre las dos figuras. La composición vertical refleja vitalidad y dinamismo.