En la legislatura 1991-1995, cuando el grupo político de UPN llegó al poder, se planteó la posibilidad de buscar un “uniforme“ para todos los concejales del Ayuntamiento de nuestra loclidad, indistintamente fueran hombres o mujeres. Un traje oficial que sirviera para los actos protocolarios festivos más significativos a los que acude, anualmente, el Ayuntamiento en la ciudad. Por este motivo, se habló con el Archivo de Tudela para buscar dibujos y fotografías de trajes tradicionales de Navarra.
Pilar Pérez, Marisa Delgado y Begoña Latorre, mujeres que por aquel entonces formaban parte de la Corporación Municipal, fueron las encargadas de elegir el traje de gala para ellas y se decantaron por un vestido de época típico del Valle del Roncal, “elegante y sencillo, que se adecuaba perfectamente a los actos a los que tenía que acudir el Ayuntamiento con él”. Unos trajes que, hoy en día, los miembros del consistorio tudelano siguen utilizando en las procesiones del Ángel, el Corpus o el día de Santa Ana.
El traje de roncalesa, que visten las concejalas, consiste en una falda plisada hasta el tobillo, con un pequeño pliegue cosido en su parte superior. También llevan una blusa de color blanca rematada en el cuello y las mangas con un encaje. Además, en el cuello lleva un pasacintas con una cinta de color negro y en los puños unos botones. Chaleco con pasamanería dorada, abrochado de arriba a bajo, y para los días de frío una chaquetilla negra, corta y de manga larga, con pasamanería a juego con el chaleco.
Por su parte, los ediles visten con traje actual de media etiqueta, con pantalón gris a rayas y chaqueta corta de color negro, camisa blanca y corbata gris. Los concejales de Tudela desfilaron por primera vez uniformados en el año 1992.
Además del traje, la Corporación al completo lleva colgada una venera que por un lado muestra el escudo de Tudela y por la otra la imagen de San Pedro Ad Vincula, patrón de nuestra ciudad con anterioridad a Santa Ana. Los trajes, unipersonales, son elaborados en talleres profesionales. El de las concejalas es confeccionado por una conocida modista tudelana, mientras que el traje de los hombres es realizado por un sastre de Olite. La elaboración de ambos atuendos cuesta unos 1500 euros, 250.000 de las antiguas pesetas, que costean íntegramente las arcas municipales.
Ponérselo es voluntario, por eso hay concejales que optan, por distintas razones -ya sean personales, económicas...- por otras alternativas, aunque son los menos.
