Con la participación de un nutrido grupo de alumnos riberos y la realización de un sondeo estratigráfico, dio comienzo el pasado fin de semana el III Curso de Arqueología de Cascante. Dirigido por Marta Gómara, este año girará en torno a una villa romana ubicada en el término local de Piecordero. Un lugar en el que, salvo unas excavaciones clandestinas practicadas en los años 70, no se ha intervenido. “Aunque no es lo normal, hoy primer día ya hemos empezado a tener resultados. Parece ser que lo que hemos localizado es una zona de procesamiento de vino de aceite, ya que salen estructuras que parece que quieren ser lagares”, explicó la arqueóloga cascantina Marta Gómara, aunque reconoció que “acabamos de empezar y habrá que ver cómo va evolucionando”.
Colaboraciones
El trabajo en campo se prolongará hasta el mes de diciembre a través de tres sondeos en diferentes puntos de la villa con los que se intentará localizar la zona donde vivían sus moradores. Tras esto, el curso continuará durante el mes de enero con el proceso de limpieza de los materiales que se hayan recuperado y que se mostrarán al público durante la III Semana Romana de Cascante, unas jornadas en las que el año pasado participaron cerca de 500 personas y que incluyen varias conferencias. “También habrá en marzo un curso teórico sobre la arqueología de la muerte en la que participarán los alumnos que están practicando la excavación y que, además, se abrirá a otras personas”, explicó Gómara.
El curso, en el que participan unas 17 personas, está organizado por la Asociación Cultural Amigos de Cascante Vicus y financiado por el Ayuntamiento de la localidad y la Fundación Fuentes Dutor. Durante sus dos primeras ediciones, las excavaciones se realizaron en otro término cascantino conocido como Camponuevo.
