Tudela

En el Bardenas, como en casa

Con una amplia trayectoria y una fama labrada a base de buen hacer en la capital ribera, el Hotel Tudela Bardenas supone una garantía de satisfacción a la hora de organizar banquetes de boda u otros eventos. Su servicio y trato personalizado calan en el cliente, que encontrará solución a todas sus dudas en lo que respecta a la acogida y el menú del evento. Además, el Hotel dispone de un amplio y elegante bar en la parte inferior de sus instalaciones,

la Cervecería Number Sixty.

¿Cuáles son las posibilidades para confeccionar un menú? ¿Es cerrado o abierto?

Las posibilidades son infinitas, ya que nosotros ofrecemos una serie de platos en cada grupo y los novios confeccionan su menú en base a sus gustos, preferencia y presupuesto. Por lo tanto, nuestra opción es totalmente abierta. Nos adaptamos a los novios y pretendemos hacer 'su boda', no la que a nosotros nos pudiera interesar.

¿Existe la posibilidad de probar algún plato antes del día del banquete?

Sí. Con una antelación suficiente, les damos a probar varios platos de cada grupo para que les ayude a confeccionar su menú de boda conociendo todas las posibilidades. Estos platos los eligen ellos.

¿En qué precios se pueden mover los novios para elegir el menú?

Los precios se mueven a partir de 70 euros en adelante. La media ronda los 80 euros más el IVA.

Si tienen niños, o hay personas alérgicas o celiacas, ¿pueden adaptarse a ello sin problema?

No hay problema en ese sentido, porque tenemos esos detalles en cuenta. Tenemos menús especiales para personas celiacas, vegetarianas, alérgicas y, por supuesto, entre nuestras opciones no podría faltar una oferta de menú especial para los más pequeños.

¿Con cuántos salones cuenta el restaurante y de qué capacidad son?

En la actualidad tenemos dos salones para banquetes. Uno con capacidad para 300 personas y el otro para 150 personas, pudiendo adaptarnos a distintas magnitudes de banquete.

En definitiva, ¿qué se lleva el cliente de su estancia en el Hotel Tudela Bardenas?

Lo primero, un trato muy personalizado. Desde la primera vez que pisan el hotel hasta la última, son atendidos por la misma persona. De esta manera se evitan los malos entendidos y se personaliza al máximo la relación. Otra cuestión es la flexibilidad. Nos adaptamos a lo que los clientes quieren y así conseguimos satisfacer sus gustos y preferencias.