Tomar infusiones de té no se limita a un ceremonial popularizado por la cultura británica. Aparte de dar una entidad al desayuno o a la merienda, cada vez aparecen más estudios sobre los beneficios de la ingesta de esta planta exótica, sobre todo en lo referente a enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Los polifenoles del té parece ser que contienen sustancias anticancerígenas y anticoagulantes.
Así, los polifenoles antioxidantes del té podrían reducir el avance no sólo del cáncer de próstata, gástrico, esofágico y de piel, sino que también contribuirían a prevenir la enfermedad de Alzheimer y la formación de coágulos.
Curiosamente, científicos alemanes han demostrado que si el té negro se mezcla con leche, se contrarrestan los efectos beneficiosos de la infusión para combatir las enfermedades cardiovasculares.
