Corella

El I Cipotegato de la historia de una Fiesta de Interés Nacional

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Candidato por primera vez

El próximo día 27, a las doce en punto del mediodía, el Cipotegato volverá a salir del interior del Ayuntamiento de Tarazona y, bajo una torrencial lluvia de tomates, cruzará toda la plaza hasta el centro de la misma, donde se erige el monumento levantado en su honor. Bajo el colorido traje del tradicional personaje, un joven de 27 años, economista de profesión, pasará a la historia por haber entrañado al primer Cipotegato desde que el acto fuera declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional. El protagonista lo sabe y de ahí que asuma su mayor responsabilidad. “Es todavía más orgullo, aunque también más responsabilidad el representar al pueblo después de lograr esta catalogación. Me ha tocado a mí, pero le podía haber tocado a otro y nada hubiera sido posible sin los que han representado al Cipotegato antes que yo, durante todos estos años”.

La papeleta con su nombre, que no se revelará hasta momentos después del acto que dará inicio a las fiestas patronales de Tarazona, salió elegida por sorteo, de entre un total de 150 candidatos. Pero para mayor suerte, ésta era la primera y única vez en que el joven se apuntaba a la elección del Cipotegato. Y eso que, tal y como él mismo reconoce, “éste es, hoy por hoy, el mayor orgullo que puede ostentar un turiasonense”. Tanto, que muchos de los candidatos a ponerse en la piel del peculiar personaje por unos pocos minutos llevan años concurriendo a la elección.

En el caso del joven economista que lo hará este año, sus obligaciones con los estudios se lo habían impedido hasta ahora. “Como estaba estudiando nunca podía asistir al sorteo y encima en verano solía estar fuera, por lo que no podía apuntarme. Aunque siempre me ha gustado estar en el meollo, eso sí. Y este año, al haber acabado de estudiar y animado un poco por mi novia decidí apuntarme y he tenido la gran suerte de salir elegido”, dice el próximo Cipotegato de Tarazona. Una suerte que el joven quiere brindar a su barrio, a su familia y a su peña de amigos, muy especialmente. “Pero también a toda la gente de Tarazona que va a estar allí”, asegura.

En cuanto a los aliados que piensa buscar en su huida, el Cipotegato de 2009 lo tiene más o menos claro. “La gente de aquí de Tarazona que siempre se pone a hacer pasillo, los Cipotegatos de años anteriores y algún amigo o conocido para los que será un orgullo estar ahí haciéndome el pasillo a mí”, concluye el joven.