Pamplona/Iruña

El exceso de humedad provoca suelos pesados para cultivos cerealistas y parón en las actividades de regadío

El periodo comprendido entre el 1 y el 8 de enero se ha caracterizado por la presencia de lluvias generalizadas de diferente intensidad que han afectado tanto a los cultivos cerealistas como a los de regadío, según se desprende del informe del campo que elabora de forma semanal el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.

Así, en los cultivos cerealistas, la humedad provoca que los suelos se encuentren muy pesados, por lo que la actividad respecto a siembras, aplicación de abonados y pesticidas es prácticamente inexistente. Los cultivos cerealistas en secano (trigo, cebada, avena) en su mayoría se sembraron en dos periodos distintos, la primera a mediados de octubre y la segunda, tras el registro de importantes precipitaciones, a últimos del mes de octubre e inicios de noviembre. Así, nos encontramos cultivos desde 2-3 hojas hasta pleno ahijamiento, fenologías que en líneas generales se encuentran algo adelantadas respecto a la campaña pasada, si bien el frío y la humedad presente en la actualidad están ralentizando en parte el desarrollo vegetativo del cultivo, adquiriendo importancia el desarrollo radicular.

Los cultivos del primer periodo de siembra se encuentran en pleno ahijamiento y muchos campos adquieren tonos amarillentos debido a la clorosis. Así pues, en breve comenzará la aplicación de la primera cobertera de abonado, utilizando ureas y mezclas con productos comerciales ricos en azufre para zonas que presentan carencias en este elemento. En zonas de Pirineos, Cuenca de Pamplona y norte de Tierra Estella se espera que se den las primeras aplicaciones a lo largo de este fin de semana aprovechando las fuertes heladas previstas con el fin minimizar al máximo los daños por rodadas.