Según una conferencia mundial de expertos reunidos a finales de enero en Bilbao, el creciente envejecimiento de la población obligará en un corto periodo de tiempo a los profesionales de la salud mental y de todas las disciplinas sanitarias en general a tener un mayor conocimiento y formación en patologías específicas y características de la tercera edad en aras de asegurar la calidad de vida de estos pacientes.
Los profesionales, de primaria y los especializados, tendrán que ampliar su formación profesional con el conocimiento de enfermedades de la tercera edad porque éstas se desarrollarán más y convivirán con otras enfermedades.
Además, en este sentido, estos expertos destacaron que los pacientes psiquiátricos han aumentado su esperanza de vida notablemente en las últimas décadas.
