Alrededor de unos 70 tudelanos escenificaron por primera
vez durante la tarde de Nochebuena un belén viviente por el Casco Viejo, desde la iglesia de la Magdalena hasta llegar a la iglesia de San Jorge, donde se encontraba el Nacimiento. Posteriormente, y acompañados por la música de los componentes del grupo de auroros de la ciudad, actores y público recorrieron varias calles del Casco Antiguo tudelano, donde más de 300 personas presenciaron la representación de la Navidad a pesar de las bajas temperaturas.
La unidad parroquial del Casco Viejo promovió esta novedosa iniciativa a la que pretende dar continuidad, ampliándola, en próximas ediciones.