El Club Deportivo Alfaro ha vivido las dos semanas más convulsas de su historia reciente, que llegaba al punto crítico de la salida de 14 jugadores y la necesidad de fichar nuevos hombres para encarar lo que resta de campaña en Segunda B. Una renovación que este domingo revivía la ilusión de la afición después de que un equipo plagado de suplentes, juveniles y la nueva incorporación de Gerika consiguiera vencer al Águilas de Murcia. La primera victoria desde el 26 de octubre.
La negativa dinámica del equipo, que sólo había conseguido 2 puntos en dos meses, llevó a Patxi Bronte a presentar la dimisión tras siete años en el club, buscando que un cambio de entrenador provocara la mejoría para mantener la esperanza por la permanencia. La llegada al banquillo de Javier Salvatierra traía la petición de un “esfuerzo extra” para enderezar el rumbo, plasmado en la inclusión de un cuarto entrenamiento.
Cinco jugadores presentaron problemas de incompatibilidad entre sus trabajos y familias con esa cuarta sesión. La posibilidad de que fueran sancionados por el régimen interno llevó a otros nueve a “solidarizarse” con sus compañeros y plantear alternativas. Pero la directiva y el cuerpo técnico insistieron en pedir ese cuarto entrenamiento como un esfuerzo de ilusión y fe por mejorar y luchar por la permanencia. Pero no hubo encuentro, los 14 jugadores se plantaron y se negaron a viajar a Lorca, provocando el disgusto en la afición que ha afirmado sentirse abandonada y traicionada por jugadores que llevaban muchos años en el club.
Así las cosas, el Alfaro da la baja a los 14 jugadores –entre ellos los capitanes Gurría y Sola, éste último ha recalado en el Tudelano- y se ponía manos a la obra para reconstruir su plantilla, que ya se hará efectiva esta semana con varios fichajes. La victoria en Águilas da alas a un club y a una afición que en la asamblea del viernes fortalecieron su unidad y confían en luchar por la permanencia en Segunda B.
