Tudela

Diversión para todos

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La vida de la ciudad da un giro de 360 grados, cada año, cuando llega el 24 de julio. El inicio de las fiestas marca el comienzo de una transformación de la que también participan todos los vecinos de Tudela, tanto los nacidos aquí, como los que vienen de otros países. Sin embargo, para estos últimos, no siempre resulta sencillo integrarse en la dinámica festiva, ya que gran parte de las tradiciones de la zona no tienen nada que ver con las suyas propias.

Todos iguales

El cambio más radical lo aprecian, principalmente, las personas que acaban de instalarse en la ciudad por primera vez. Ellos son quienes más notan las diferencias entre su cultura y la de la Ribera, aunque, como afirma Ana Nieto, miembro de la Asociación Mariscal Sucre, de Ecuador, “no es dificil integrarse cuando se ve tanta alegría y la unidad con la que todos disfrutan de las fiestas, ya sean niños, jóvenes o gente mayor”.

Lo más llamativo

Si hay algo que llama la atención a los colectivos de inmigrantes de la zona es ver a todos los ciudadanos vestidos con el atuendo típico de las fiestas ya que, como afirma el presidente de la Asociación Mariscal Sucre, Juan Carlos Aconda, “allí en nuestro país no nos vestimos todos iguales como aquí, y cuando se llega a Tudela es la impresión más bonita que se ve, porque están todos iguales, desde un recién nacido hasta una persona mayor”. Por ello, son muchos los que también se visten con el uniforme festivo para integrarse completamente en el ambiente de Santa Ana. Así, al menos, lo reconoce Miguel Murguía, presidente de la Asociación Nuevo Encuentro Bolivia, “los que ya llevan un tiempo en Tudela están completamente integrados y la mayoría se visten de blanco y rojo, aunque a la gente que acaba de llegar le cuesta un poco más adaptarse a estas costumbres”.

Además de la indumentaria hay algunos actos que también llaman mucho la atención de estos colectivos, entre ellos, los fuegos artificiales y los encierros. “A mí lo que más me gusta son los fuegos, porque allí no los vemos muy amenudo, aunque también me gusta el folclore de aquí, con las jotas, a las que se les puede encontrar un cierto parecido a algunas danzas que tenemos allá en Bolivia. Por su parte, Silvia Arroyo, de Ecuador, no sólo disfruta mucho de los fuegos artificiales, sino también de los encierros y las corridas de toros, entre otros actos ya que, según destaca, “una de las cosas que más me gusta es ir a las ferias, a ver los gigantes y a la plaza Nueva a ver el Baile de la Era y la Revoltosa. Alguna vez, incluso, los hemos filmado para que puedan verlo en nuestro país y les ha gustado mucho esta tradición”.