Tudela

Desarrollo incontenido

Tudela, la muy noble y leal ciudad de Tudela, se ha consolidado no sólo como cabeza de merindad sino como centro neurálgico de la ribera baja de Navarra. Su desarrollo, que comenzara ya por los años sesenta, ha experimentado un impulso importante en la última década. Su situación estratégica la configura como puntal económico del eje del Ebro y eso beneficia a toda la zona. Los pueblos que la rodean, a ambos márgenes del Ebro, reciben su influjo y participan de su desarrollo.

La consolidación de Tudela como enclave social, político, cultural y económico, en buena parte gracias a las localidades que la circundan, irradia sobre las mismas esa prosperidad contagiosa. La Ciudad Agroalimentaria y los nuevos polígonos industriales acrecentarán, sin duda, su progreso.

Tudela ha experimentado un desarrollo urbanístico de tal magnitud que nos resulta desconocida. Las nuevas urbanizaciones del Queiles, anchas y espaciosas, la zona del Instituto, Velilla, Gardachales… pero sobre todo se está consiguiendo configurar un casco viejo atractivo, revitalizado por su historia y embellecido en su entorno (muestra inequívoca es su afluencia turística), incluyendo la restauración de la catedral y la peatonalización de las calle Gaztambide, plaza de los Fueros y Herrerías. Resulta difícil arreglar el desaguisado de una urbanización desproporcionada de calles estrechas y edificios demasiado altos, realizada tiempo atrás, que plantea serios problemas para la circulación por el centro de la ciudad, principal zona comercial. En cuanto a los servicios, todo es mejorable y en ello imagino que estarán empeñados los poderes políticos, con la extensión de la Universidad Pública de Navarra culmina una vieja aspiración que afecta y beneficia a toda la ribera y por ello todos nos debemos felicitar. El nuevo teatro Gaztambide y la construcción del nuevo centro cultural darán respuesta a las demandas de la ciudad.

Lo único que, hoy por hoy, frena ese imparable desarrollo son las dos importantes vías de comunicación hace tiempo proyectadas: el tren de alta velocidad y la autovía Medinaceli-Tudela. Esperemos que un rápido entendimiento entre las administraciones Foral y Estatal permita hacer realidad algo tan necesario e imprescindible, no sólo para Tudela sino para todos los pueblos que conforman la Merindad y para toda Navarra.