Porque no amanece igual
un diciembre que un febrero
en febrero desfallecen
la sombra de los romeros.
En diciembre se humedecen,
las mañanas escarchadas
saludando fríos los buenos días
de esa gran noche estrellada.
(noche)
Esos carros y luceros,
dieron fe de aquella noche,
donde hubo un alumbramiento
en el establo de un monte,
nacer nació, vivir vivió, su corta vida
pero tan dura, que aún perdura.
Jesús Aznar