Alfaro

Conchita Castro, Abuela de Tudela

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Conchita Castro Plana se pondrá este año, quizás por primera vez, el pañuelo rojo de fiestas. Y es que el día 27 recibirá el homenaje de la Peña Moskera, ya que ha sido elegida Abuela de Tudela 2005. Aunque Conchita se considera amante de las fiestas, no tiene por costumbre ponerse pañuelo. Pero esta vez será algo especial.

Aficionada a la escritura

“En este saludo, quiero expresar mi agradecimiento por nombrarme Abuela de Tudela 2005 de esta peña llamada Moskera”. Con estas palabras comenzaba Conchita un breve escrito con el que ha querido reconocer la labor de dicha asociación y mostrar así la gratitud por la alegría que le han dado este año. “Espero representar lo mejor posible vuestro detalle, -continúa Conchita- ya que Tudela lo llevo en el corazón, esta ciudad nos acogió en circunstancias algo difíciles. En la Virgen de la Cabeza, donde teníamos las raíces de nuestros antepasados formamos nuestra numerosa familia, devota hoy de nuestra patrona Santa Ana”.

Tal como deja entrever este breve texto, entre las aficiones de Conchita figura la de la escritura, “cualquier cosa que me venga a la cabeza, cosas cortas, pero poesía, no. Tengo relatos y cuentos, y me han publicado algún escrito que ha quedado ganador en concursos literarios”. Y es que la nueva abuela tudelana, ha sido siempre una persona muy activa. “Esta mujer se apunta a todo, aseguran sus hijos. Efectivamente, Conchita, a lo largo de su vida, ha escrito, ha hecho teatro, y ha mantenido una gran actividad en el centro de mujeres de Griseras, desde que se formó en el año 1977. “Pero sobre todo, asegura, he hecho de ama de casa antigua, de las que estábamos trabajando desde la mañana a la noche. Pero cuando se fueron los hijos, pude dedicarme a otras cosas. Aparecieron inquietudes que se ve que llevaba por dentro: me gusta la música, me gusta leer...”.

De las fiestas, los almuerzos

En cuanto al homenaje, ella aseguraba que está muy contenta de haber sido elegida Abuela de Tudela. Un reconocimiento, además, especialmente emotivo, ya que Conchita nació en Sitges, Barcelona, de padres tudelanos, el 31 de marzo de 1919, hace 86 años. Llegó a vivir a Tudela en 1951. Y su acento, que todavía conserva un marcado deje catalán, habla claramente de su origen.