Buñuel

Buñuel se suma a las excavaciones arqueológicas en la Ribera

Buñuel ha sido, en este pasado año de 2021, otro de los municipios de la Ribera Navarra que se quiso sumar a las actividades de excavación arqueológica mediante un plan de voluntariado.

Estructura 1 Estado de Mora
photo_camera La primera de las estructuras descubiertas

Buñuel ha sido, en este pasado año de 2021, otro de los municipios de la Ribera Navarra que se quiso sumar a las actividades de excavación arqueológica mediante un plan de voluntariado, al igual que en años anteriores se hacía en Tudela, Cascante, Valtierra o Ribaforada.

Sin embargo, el término municipal adolecía de un yacimiento arqueológico que reuniera unas características idóneas para realizar esta actividad. Primero, porque el número de yacimientos no era muy abundante; los principales eran de una cronología que precisaría de una excavación más profesional; la mayor parte están en terrenos privados y en campos de cultivo; o están muy arrasados, como es el caso del mejor yacimiento de los conocidos en Buñuel y que es el de la villa romana de La Fontaza.

Pero algunos miembros de la Asociación Histórica Cabezo del Fraile nos comentaron de la existencia de otros yacimientos no conocidos, en los que aparecía abundante cerámica romana y donde recientemente se había descubierto una pequeña figurita de bronce.

Se descubrió una pequeña figurita de bronce
Se descubrió una pequeña figurita de bronce

Inspeccionando uno de ellos, en el antiguo camino a Novillas, en una zona no cultivada y con vertidos incontrolados de basura y escombro, se veían en superficie algunos suelos blancos, de yeso o cal, y fragmentos de cerámica romana.

Estos restos fueron descubiertos recientemente al quedar vistas algunas de sus estructuras por movimientos de tierras que se produjeron años más tarde a la realización de las prospecciones para el Inventario Arqueológico en 1994. En ese año el yacimiento pasó desapercibido al ser una zona que no se dedicaba al cultivo debido a la gran cantidad de piedra que contenía el subsuelo y estaría cubierto por carrizo y otros tipos de vegetación y matorral. Años más tarde y hasta fechas muy recientes se ha cogido piedra y sobre todo tierras por método de traíllas, cuyas huellas se han podido ver marcadas en las superficies del yacimiento tras la limpieza superficial.

Algunos suelos que quedaron a la vista son los que dieron los primeros indicios de la existencia del yacimiento, junto con algunos fragmentos de tégulas y cerámicas de almacenaje romanas. Con todo, existían dudas sobre la asociación de estas cerámicas romanas a los suelos, pues al estar tan superficiales quizás pudieran pertenecer a una construcción agrícola o venta moderna, ya que el yacimiento se encuentra junto al camino viejo a Novillas.

Además, la zona se convirtió en área de vertidos incontrolados de escombros, basuras, desechos agrícolas, tierra fiemo, etc, que proporcionaban un aspecto totalmente degradado al yacimiento.

Ante este panorama se planteó la realización de una intervención arqueológica de limpieza, desbroce y práctica de unos sondeos que permitieran, por una parte, comprobar la cronología de las estructuras y por otra parte, determinar la extensión del yacimiento.

Dicha intervención se solicitó, desde el Ayuntamiento de Buñuel, para el Plan General de Excavaciones de Navarra en 2021 y se realizó entre los días 23 de Agosto al 9 de Septiembre de 2021. Previamente al comienzo de los trabajos, la brigada del Ayuntamiento de Buñuel cortó la vegetación y limpió los últimos vertidos incontrolados que se habían echado tras otras limpiezas anteriores.

En los primeros días se procedió a realizar un desbroce y limpieza de la zona mediante pala excavadora, que fue quitando la capa de tierra vegetal hasta tocar rellenos compactos o coronaciones de estructuras, tras lo que se pasaría a la limpieza manual de las mismas. Esta limpieza superficial, tanto mecánica como manual, acabó definiendo varios conjuntos de estructuras inconexas entre sí debido al arrasamiento anterior por el expolio de piedras y tierras.

Desde el primer momento de la limpieza de estos suelos y muros, ya se vio que todos ellos no tenían cronología moderna, sino que estaban en relación con las cerámicas romanas. También era cada vez más evidente que el expolio de estructuras tenía un porcentaje muy elevado, lo que conllevaría a una difícil interpretación de las mismas. 

Estructura 3 Estado de Mora
Hallazgo de la tercera estructura

La mayor estructura de todas las descubiertas corresponde con uno de los suelos de cal que se veían previamente al comienzo de la excavación. La limpieza de esta superficie fue muy rápida pues apenas había 15 cm de estrato sobre las partes más profundas. Se definió una estructura muy arrasada formada por dos estancias contiguas que en total se extendían en una superficie de 12,50 x 5,25 m. con unos contornos irregulares ya que de los muros que perimetraban las dos estancias apenas quedaban restos. Los suelos de cal se realizan sobre un preparado de cantos de río que quedan unidos a la misma argamasa que forman los suelos.

Son estancias dedicadas al trabajo de transformación agrícola, aunque no queda definido su uso específico ya que no hay elementos típicos que contengan canalizaciones, grandes depósitos, huellas de prensas, etc.

Una segunda estructura corresponde a otro de los suelos de cal que se veían antes del comienzo de la excavación, mucho peor conservado y con presencia de carrizos y otro tipo de vegetación entre las grietas del suelo, que hicieron muy costosa su limpieza.

Aunque el suelo está peor conservado, la estancia está mucho mejor definida que la anterior, ya que presenta límites más claros por tres de sus lados y una conexión clara a un depósito que se encuentra a su lado norte.

Esta estancia se puede definir muy bien como un calcatorium donde se pisaría la uva. El mosto pasaría mediante un canalillo realizado con tejas, hasta un depósito o lacus que se encuentra fuera de la estancia, en su lado norte.

El lacus está tallado en un estrato de roca arenisca que aflora en las zonas con cota más baja del yacimiento. La roca no tiene mucha potencia de grosor, por lo que fue necesario realizar un grueso revestimiento formado por cantos de río cogidos con argamasa acabado en un enlucido para garantizar su estanqueidad. El lacus tiene forma rectangular, con 2,60 x 1,75 de superficie tallada, sin que sepamos su profundidad ya que no se ha realizado en este año su vaciado.

También se localizó parte de una estructura rectangular formada por tres muros, estando cortada la parte oriental, correspondiente a un lado corto. La parte conservada mide 9 m de largo por 4,30 de ancho.

Fragmentos de un plato o cuenco de Sigillata Hispánica
Fragmentos de un plato o cuenco de Sigillata Hispánica

Durante el trabajo de limpieza de los muros se localizó una moneda, muy gruesa, de tipo ibérico, correspondiente a un semis, pero sin posibilidad de identificación por tener los campos casi lisos. También se hallaron varios fragmentos de un plato–cuenco de Sigillata Hispánica con su típico barniz rojo.

Aunque no se ha excavado, dada la mayor cantidad de cerámica de uso doméstico y un fragmento de estuco con color, puede tratarse de una estancia dedicada al uso como habitación del personal laboral que trabajaba en todo el conjunto de producción.

Conclusiones

Estado de Mora I se configura como un yacimiento de cronología romana alto imperial, sin restos que indiquen que pervive más allá del último cuarto del siglo III y comienza a principios o mediados del siglo I d. C.

Se construye sobre una pequeña elevación al borde de la terraza de inundación del río Ebro, no viéndose afectada la zona por las inundaciones. Esta elevación también estuvo ocupada en siglos anteriores por un pequeño asentamiento durante la Edad del Bronce o I Edad del Hierro, pero no se puede precisar dado el pequeño tamaño de las cerámicas.

Se dedica exclusivamente a la transformación de productos agrícolas, vino o aceite, o ambas, aunque por el momento solo se puede especificar una zona exclusiva para la elaboración de mosto y vino. No parece haber zona residencial que no sea temporal, por lo que el lugar sería dependiente de alguna de las villas rústicas existentes en las cercanías.