La Asociación de Atención a Drogodependencia de la Ribera ha realizado balance del ejercicio llevado a cabo el año pasado. Desde el centro afirman haber cumplido con eficacia los objetivos que la entidad tiene marcados, que son ofrecer y proponer a familias y afectados de drogodependencia soluciones para abordar el problema.
A pesar de este balance positivo, la entidad –que lleva ofreciendo sus servicios en la Ribera 21 años y funciona gracias a la colaboración de voluntarios- tuvo que hacer frente a varias situaciones difíciles en lo que respecta a su funcionamiento. La primera de ellas fue la adaptación de este organismo a la nueva Ley del Voluntariado, a la que siguió la realización de obras imprevistas en el centro y el descenso en un 25% de la subvención municipal “pese a que el organismo ha alcanzado la máxima puntuación técnica en las bases de dicha convocatoria”, señalan desde la asociación. A estos hechos hay que sumar la pérdida a comienzos de este año de Amado Ramírez Velasco, presidente de la asociación.
En cuanto a los servicios que ofrece, desde la entidad destacan el aumento de demanda del programa de acogida. En concreto, durante el año pasado abrieron 32 nuevos expedientes, lo que hacen un total de 82 personas atendidas en el centro. También destacan las nuevas incorporaciones al grupo de autoayuda y las jornadas formativas dirigidas a mediadores y educadores.
En lo que se refiere a economía, la asociación ribera dispone de un presupuesto de 39.404 euros para hacer frente a todos los gastos e imprevistos que surjan en el presente año.
