Tudela

Amplio o pequeño, no fallar

Otra multifuncionalidad

Aunque muchos puedan pensar que se trata de una incongruencia, en términos de decoración, la amplitud resulta mucho más práctica a la hora de acondicionar que la escasez de espacio. No por tener menos metros se requiere un esfuerzo menor. Al contrario. Disponer los elementos de forma equilibrada

y armónica se presenta como

una especie de partida de 'tetris'. Sea como fuere, con estancia grande o pequeña, existen claves para triunfar en ambos casos.



En lo que respecta a estancia amplias, el objetivo ha de ser delimitar zonas, separar ambientes

y centrar la atención en lugares concretos. En ese sentido, una buena opción es apostar por las habitaciones 'multiusos'. No resultarán desconocidos términos como salón-cocina (o la más moderna versión de la 'cocina americana') o el dormitorio con vestidor o cuarto de baño incluido. Combinaciones como éstas darán, pese al contraste, un sentido compacto a zonas cuyo tamaño parece escaparse de las manos.



¿Qué hay de los muebles? Aunque en nuestro día a día se tiende a desplazarlos hacia las paredes, en una estancia suficientemente grande ubicarlos en zonas centrales es todo un acierto. Insistiendo en la idea de diversificar ambientes y delimitar sectores, elementos como las estanterías o los paneles a modo de 'separadores' plasman esa filosofía a las mil maravillas.

Diseños simples

En el otro lado de la cuerda, decorar un piso o una vivienda de dimensiones reducidas implica una visión de funcionalidad todavía más marcada, ya que la sensación de comodidad se consigue con los pequeños detalles. Si en el caso de las estancias de gran tamaño subyace la idea de habitación multifuncional, en el caso opuesto esa condición pasa a los enseres. Así, los espejos con luz incorporada o las estanterías bajeras con ruedas para el lavabo son dos buenos ejemplos de esa tendencia.

La iluminación importa

En el caso de los muebles, pese a arrastrarlos hacia las paredes, es preciso encontrar la forma de no restar profundidad a la habitación o zona en cuestión. Una valda será más recomendable que una estantería, por ejemplo, porque dotará de mayor sensación de orden a la estancia y, además, dependiendo del tipo de soporte elegido, aportará elegancia sin dar sensación

de intrusismo. Las sillas plegables

o las butacas en lugar del sofá

son otras alternativas válidas.

Por otra parte, un elemento como la iluminación cobra en este caso especial trascendencia. La luz blanca y los tonos claros se convierten en refuerzos capaces de convertir ese espacio que a ojos vista es escaso en una zona con mucha profundidad visual. Apostar por la luz natural en habitaciones como el dormitorio es también beneficioso,

al igual que buscar que las cortinas, en caso de haberlas,

concuerden en color y tonalidad con las paredes.