Ejea de los Caballeros

Una alternativa a la expulsión de las aulas

Se podrán realizar tareas medioambientales en vez de prestación de servicios en centros residenciales limitados ahora por la pandemia.

El proyecto Auriga requiere un seguimiento exhaustivo de las integradoras. Dos de ellas, en la imagen
photo_camera El proyecto Auriga requiere un seguimiento exhaustivo de las integradoras. Dos de ellas, en la imagen

El proyecto Auriga, que nació en el año 2015, surgió como respuesta para aquellos escolares que eran expulsados de las aulas. 

El mismo surgió “para responder a la realidad planteada desde los institutos de Secundaria, desde donde se observaba la falta de efectividad que suponían las expulsiones de los alumnos y alumnas”, explicó la coordinadora de los Servicios Sociales de la entidad comarcal, entidad que lo impulsa, en colaboración con el Servicio de Juventud y los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros. 

Gracias a este proyecto se ofrece a los menores expulsados la posibilidad de realizar actividades sociocomunitarias en los centros residenciales. Si bien, la pandemia ha hecho necesario adaptarse a las medidas sanitarias y cambiar el concepto de este proyecto. 

Así, ante la imposibilidad de realizar la prestación de los servicios a la comunidad en los centros residenciales y, ante la demanda de los institutos de buscar posibilidades y alternativas, se ha valorado la puesta en marcha de un proyecto piloto que consistirá en la limpieza y adecuación de espacios naturales y actividades complementarias de educación emocional, actividades de tipo manual y tareas asignadas por el centro educativo de repaso escolar. 

El mismo, que comienza el 24 de mayo, se realizará en entornos naturales y en el espacio joven y contará con el apoyo de las dos integradoras que actualmente están realizado la formación dual, además de la coordinadora del proyecto. 

La experiencia se desarrollará hasta la finalización del curso escolar y la evaluación de esta, permitirá ofrecer el proyecto para el próximo curso escolar 2021-2022, si la situación de pandemia requiere mantener el proyecto fuera de los centros residenciales. 

Esta nueva iniciativa es fruto de la colaboración entre las diferentes administraciones del territorio. La misma surge por la necesidad de adaptar servicios y proyectos a las nuevas circunstancias que se producen por la situación de pandemia y la necesidad de evitar situaciones de riesgo en determinados colectivos. 

A lo largo de los últimos años, “el proyecto ha sido valorado positivamente tanto por los centros educativos, como por los alumnos y alumnas participantes, así como por los centros residenciales en los que se han realizado los servicios y las propias familias”, concluyó Elisa Causín.