Las calles de Tudela fueron el escenario, en la lluviosa tarde de este sábado 13 de febrero, de la manifestación de empleados, sindicatos y autoridades de la Ribera en apoyo a la plantilla de Alstom-General Electric, cuyo futuro está en el aire tras el anuncio de cierre de su planta en Buñuel.
Desafiando a la climatología, los manifestantes se cifraron en alrededor de 2.000 y recorrieron diversos puntos principales de la capital ribera, lanzando un mensaje claro por la trascendencia de esta situación laboral en la que está en juego el puesto de 103 trabajadores de municipios como Buñuel, Fustiñana, Ribaforada, Tudela, Mallén o Tarazona.
Reunión en Buñuel
La última de las reuniones celebradas en torno a este asunto tuvo lugar el día anterior de la marcha, viernes 12 de febrero, en el Ayuntamiento de Buñuel, que ha liderado hasta ahora los apoyos del ámbito político a la empresa debido a la incidencia económica que la planta tiene en el municipio.
"La manifestación reunió a cerca de 2.000 personas, un día después de la reunión del comité con representantes políticos"
Al alcalde José Antonio Lasheras (UPN) le acompañaron concejales de UPN y PSN de la corporación municipal y los parlamentarios forales Sergio Sayas López (UPN) y Ainhoa Unzu (PSN). Todos ellos intercambiaron impresiones con representantes del comité de empresa, encabezado por su presidenta Luisa Duarte, que informó del estado de las negociaciones.
Del encuentro una conclusión resaltó por encima de todas: la de remar juntos. “La unidad de los políticos, trabajadores, Ayuntamiento y ciudadanía en general es fundamental para salir adelante y propiciar no sólo el mantenimiento de la planta sino su impulso presente y futuro”, rezaba la nota que se publicó tras el encuentro. También se solicitaba el compromiso del Gobierno de Navarra para afrontar esta situación “con garantías y con propuestas efectivas y reales”. Ante la postura de la multinacional, el objetivo de la plantilla sigue siendo el mismo: evitar el cierre de la planta.
