Tudela

75 años de “Chata”

1215519291.jpg

Ni una silla libre en los cafés se podía encontrar el 26 de julio de 1933 en Tudela. Esa tarde se inauguraba la nueva plaza de toros y “una enorme concurrencia llegada de pueblos comarcanos y capitales de Aragón, Rioja y Navarra en coches y autobuses en número de seiscientos” hicieron que el transitar por las calles de la ciudad fuera imposible. Por aquel entonces, nadie quería perderse el que iba a ser el primer paseíllo de un coso por el que, en sus 75 años de historia, han pasado figuras de la talla de Manolete, Paquirri, Espartaco, el Niño de la Capea, Luis Miguel Dominguín, Jaime Ostos, El Cordobés, Ortega Cano, Joselito, José Antonio Campuzano, Finito de Córdoba, El Juli, Julio Robles y toreros mediáticos como Jesulín de Ubrique, entre otros.

Con las localidades agotadas y tras ser anunciada a bombo y platillo, a las cuatro y media de la tarde dio comienzo la calificada como monumental corrida de toros con que quedaba inaugurada de manera oficial la plaza. Fermín Espinosa “Armillita Chico”, Manuel Mejías “Bienvenida” y Domingo Ortega fueron las tres figuras que pisaron por primera vez el alvero tudelano midiéndose frente a frente a Dominico, Pelana, Cazurro, Resbaloso, Tapicero y Mulato, todos ellos reses de la salmantina María Montalvo. Según testimonios de la época, la tarde no defraudó, resultando una corrida “estupenda, entretenida en todo instante y animadísima”. Un festejo cómico del Bombero Torero el día 27 y una novillada celebrada el día 30, completaron los festejos programados con motivo de la inauguración del coso cuya programación pasaría a ser conocida, con el paso de los años, con el nombre de Feria de las Figuras.

Con la nueva plaza -no está claro si hace el número seis o siete de las que ha habido en Tudela-, la afición taurina no hizo otra cosa más que crecer con los años. Así, los festejos taurinos se fueron sucediendo con éxito durante los años venideros, a excepción de los de la Guerra Civil (de 1936 a 1938), en que fueron suspendidos. “Por aquel entonces había mucha más afición que ahora. Y es que incluso la primera ganadería de toros conocida en España, incluso en el mundo, fue la de un carnicero de Tudela que se llamaba Juan Gris”, explica Carlos Lasheras, del Club Taurino de Tudela. Y es que, allá por el año 1388, el citado carnicero fue comisionado por el rey Carlos III El Noble para recoger los toros más bravos que encontrase en la Ribera para celebrar festejos en honor del Duque de Borbón.

Bodas de Plata

Con semejantes antecedentes no era raro ver la Chata llena en sus primeros años. Una de las tardes que más público registró fue la del 26 de julio de 1943. Ese día se presentó ante sus vecinos el torero tudelano Julián Marín, cosechando un gran éxito en cada una de sus faenas. Tras cortar una oreja, salió de la plaza a hombros y cuentan que así fue paseado por las calles hasta llegar a su casa. La plaza también vio torear, ocho años después, a su hermano Isidro, quien también logró ser profeta en su tierra y salir a hombros de la plaza.
Las corridas y espectáculos taurinos que se sucedieron durante los años siguientes fueron consolidando la plaza. Además de figuras nacionales y extranjeras, las mejores reses también viajaban hasta Tudela, lidiándose en 1654 toros de Miura. Pero no todo fueron tardes de gloria y los enfados de los aficionados también se dejaron notar en los primeros años de la Chata. También inoportunas tormentas, como una acaecida en 1950, obligó a suspender corridas.

Con un lleno “hasta la Bandera” y un cartel de máxima categoría” celebró Tudela el 25º aniversario de su plaza de Toros. Se da la circunstancia de que por aquel entonces el empresario era el mismo torero tudelano al que sus vecinos habían visto triunfar años antes, Julián Marín.
La feria de aniversario contó con tres festejos, entre los que destacó la terna protagonizada por Luis Miguel Dominguín (su presencia fue anunciada como la “reaparición en el norte de España del maestro”), Isidro Marín y Jaime Ostos. El periódico El Pensamiento recogía en aquella época el “buen éxito” alcanzado por Marín, quien “triunfó frente a las figuras” en “una buena corrida, entretenida, emocionante... pero no muy brillante si se exceptuan sus toros”.
Tras la fiesta de aniversario, no faltaron los festejos en la plaza y, entre toreros de tronío,toros, aficionados y espectáculos variados, fueron pasando los años hasta que, en 1983, llegaron las Bodas de Oro. La feria taurina del cincuentenario fue esperada con gran expectación. Con ella, la plaza registró un nuevo lleno, y es que pocos quisieron perderse a El Yiyo, Antoñete, Tomás Campuzano, El Soro, el Niño de la Capea, Paco Ojeda, Teruel, Esplá y Tarazonica. Entonces se quiso contar con la presencia de alguna de las figuras que inauguraron la plaza. Sólo quedaba vivo el matador Domingo Ortega, quien finalmente no pudo acudir a la cita al encontrarse delicado de salud.

Futuro

Fue una jornada memorable a la que siguieron tardes y más tardes de toros durante las fiestas patronales de Santa Ana, principalmente. Por aquellos años, ya había cobrado un protagonismo especial el sol, donde los jóvenes y las charangas de las peñas animaban las faenas para unos o enturbiaban el ambiente para otros. Aunque hoy este ambiente todavía está muy presente, dista mucho del que se veía en la plaza en los años 50. “Antes la gente esperaba las fiestas con muchas ganas ya que eran las únicas vacaciones que tenían después de estar todo el año trabajando. Entonces se acudía a todo, tanto a la plaza como a los actos que organizaba el Ayuntamiento”, explica Carlos Lasheras, gran aficionado taurino y miembro del Club Taurino de Tudela. Lasheras también comenta que él no cree que sean el precio de las entradas, las figuras ni los toros los que hayan motivado este cambio. “Las entradas de la plaza son caras, pero en todos los sitios lo son. El fútbol también los es. Ahora la gente prefiere gastarse el dinero en otras cosas”, dice.
Con el declive de la afición y sin llenos totales en la plaza en los últimos años, pasaron los años 90 hasta llegar a estas fiestas, las de 2008, en que cumple su 75º aniversario. Una fecha que desde el Ayuntamiento de Tudela han querido destacar con una corrida homenaje el día 28 de julio con seis toros de Victorino Martín para los diestros El Fundi, Juan José Padilla y José Antonio Ferrera. “Esta corrida y las otras tres que integran el cartel año componen una feria que no se veía en Tudela desde hace años. Para el aficionado es buenísima, está muy bien montada, aunque ya veremos como responden”, comenta Lasheras.